Meliá Hotels International dejará de alquilar 17 hoteles de los expropietarios de Tryp en el año 2022, es decir, 42 años antes de la fecha inicial de finalización del contrato que la cadena mallorquina ha intentado renegociar a la baja, sin éxito.
Meliá ha llegado a un acuerdo con Rufino Calero, Antonio Briones y los herederos de Max Mazin, informa Expansión, según el cual saldrá de cinco activos de la marca Meliá (Baqueira Beret, Madrid, Marbella, La Coruña y Chiclana de la Frontera), el ME Madrid, tres hoteles de Sol y ocho operados con la enseña Tryp.
Por el período entre 2013 y 2017, la hotelera de la familia Escarrer recibirá una compensación, pero hasta 2022 deberá seguir pagando lo mismo que hasta la fecha, con la correspondiente actualización del IPC. Equity Inmuebles, sociedad de Calero, Briones y los sucesores de Mazin perceptora de la renta de estos alquileres, tuvo en 2012 una facturación de casi 24 millones de euros y unos beneficios de 5’6 millones, un 91% más que un año atrás, en pleno cénit de la crisis.
La marca Tryp pasó a manos de Meliá en 2000 por 360 millones. En aquel entonces, la sociedad gestionaba cerca de 60 hoteles. Con el empeoramiento de la coyuntura económica, los Escarrer intentaron negociar unas condiciones menos desfavorables, pero los ex dueños de Tryp se negaron.
El asunto llegó a los tribunales pero finalmente se ha resuelto con un pacto entre ambas partes. La cabecera económica de Unidad Editorial especula con la posibilidad de que Rufino Calero, que fundó Vincci Hoteles en 2001, se quede con los establecimientos que deje Meliá.
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