Meliá Hotels Intrenational logró el año pasado un margen bruto del 15,5 por ciento, tras registrar una facturación de 1.464 millones de euros y un un beneficio bruto de explotación (ebitda) de 228,3 millones. El beneficio neto de la hotelera quedó en 30,4 millones de euros.
Con esta ganancia neta deja atrás las pérdidas que sufrió el ejercicio anterior como consecuencia, principalmente, del impacto contable de la emisión de bonos convertibles (en 2013 perdió 73 millones y el impacto en las cuentas de los bonos fue de 76 millones).
El grupo hotelero de Gabriel Escarrer, que cerró el ejercicio con 370 establecimientos en 40 países, elevó sus ingresos totales un 7% por encima de la facturación del ejercicio anterior, mientras el ebitda bajó un 5,1, aunque sin contabilizar el impacto de las menores plusvalías generadas por la venta de activos (de 15 millones), esta magnitud se habría disparado un 12,4%.
Meliá viene sumando todos los trimestres desde 2010 incrementos ininterrumpidos por encima del mercado del ingreso medio por habitación (RevPar), y además el año pasado logró elevar el ingreso medio por habitación en todas sus divisiones hoteleras (por regiones y por segmento de negocio) por primera vez desde que comenzara la crisis.
Meliá elevó el RevPar un 8,7% el año pasado, y el alza habría sido del 12,5% sin contabilizar el impacto de los tipos de cambio de moneda. El objetivo para 2015 es conseguir elevar el RevPar ligeramente por debajo del 10%, reveló Expansión.
La compañía consiguió incorporar a su red casi un centenar de hoteles durante el periodo de vigencia del plan estratégico que acaba de concluir, entre 2012 y 2014, y el 99% de ellos se incorporaron mediante contratos de gestión o alquiler. Durante el año pasado, Meliá sumó 22 nuevos hoteles.
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