Meliá Hotels ha reducido sus beneficios en el primer trimestre del año 2019 debido al "efecto Pascua" en el segmento vacacional, si bien ha registrado una tendencia positiva en los hoteles urbanos en España y Europa, señala la cadena hotelera en una nota informativa.
Que las fiestas de Semana Pascua hayan sido en abril, así como algunos impactos coyunturales en América y en las Islas Canarias, explican una caída del ebitda del 4,5 por ciento, y una bajada del beneficio del 23,2 por ciento en comparación con el primer trimestre del año anterior.
El Ingreso Medio por Habitación (RevPAR) cayó un 2,5% atribuible al descenso de la ocupación en el segmento vacacional, si bien Meliá prevé finalizar 2019 con un ligero incremento del RevPAR frente a 2018 gracias a una evolución positiva de los principales destinos, y sobre todo de los productos abiertos como el Grand Reserve at Paradisus Palma Real, en la República Dominicana, y los Melia Caribe Beach y Meliá Punta Cana Beach.
"El efecto Semana Santa en abril, que dificulta la comparativa con el primer trimestre de 2018, se combina en el periodo con otros factores que afectaron negativamente a algunos de nuestros mercados, como las alertas de viaje hacia destinos de México emitidas en los Estados Unidos, el complejo entorno de Cuba, o la situación de inestabilidad en Venezuela", ha explicado Gabriel Escarrer, CEO de Meliá.
Continuar con la venta directa.
¿Meliá? A ver lo que dura si sigue así
Hoteles pésimamente mantenidos y clientes engañados, como los incautos que invirtieron en el Club de Vacaciones de Meliá en Puerto Rico con unas condiciones firmadas en sus contratos, y a los que, naturalmente después de haberles cobrado, se les comunica que han traspasado el resort a otro operador y que ninguna de las condiciones pactadas se van a cumplir.
Fue una gran empresa que hoy, todavía, vive de su reputación, pero que no puede durar tratando a sus clientes como lo hace.