NH lidera la petición de unidad de lobbies turísticos que supere egos

El principal reto del sector turístico para el año nuevo debería ser la unidad, por tratarse del punto de partida para avanzar en su otros cuatro desafíos estratégicos y estructurales a largo plazo como son el freno a la estigmatización, el alquiler ilegal, la mejora del producto y la sostenibilidad (Los 5 retos decisivos a largo plazo para el Turismo).

El CEO de NH, Ramón Aragonés, asumió el liderazgo de la iniciativa al reclamar la urgencia e importancia de que el sector cuente con una única voz, tras sufrir especialmente durante la pandemia el desprecio de los gobernantes ante la desunión entre varios lobbies (Llamamiento a la unidad del Sector por parte de la mayor cadena urbana).

El primer ejecutivo de la mayor cadena urbana española expuso que para lograr este objetivo se hacía necesario dejar de lado protagonismos y egos, puesto que el sector reconoce que esa ha sido la principal causa de que exista división ante empresarios que usan ciertas patronales en beneficio propio y sin demasiado afán de consenso.

Las palabras de Aragonés fueron inmediatamente replicadas por Simón Pedro Barceló, quien controla la sección turística de la CEOE sin excesivos apoyos entre los principales gigantes del sector, que se encuentran más cohesionados en torno a Exceltur, con la otra excepción de la Mesa del Turismo, dirigida por Joan Molas.

Cada uno de estos tres lobbies cuenta con sus respectivas fortalezas, que en el caso de Exceltur es su amplia representatividad y rigurosos informes, en el de la Mesa su contundencia frente a los agravios de las autoridades, y en el de CEOE las relaciones laborales, aunque su peso está en entredicho ante la última reforma auspiciada por la vicepresidenta Yolanda Díaz.

El agrupamiento de estos tres lobbies en torno a uno solo superior, y manteniendo cada uno su independencia, permitiría una interlocución única y por lo tanto mayor fortaleza para abordar los grandes retos a largo plazo del sector.

No obstante, como apuntaba Aragonés, la dificultad es la de superar egos y también, como cree el sector, la de que empresarios con apuros o receptores de rescates públicos se abstengan de usar los lobbies en beneficio propio y tengan altura de miras para unirse en torno a los objetivos supremos, de igual modo que se ha conseguido en el Caribe con la potente Inverotel.