Ningún hotelero patrón del Fortuna acudió a la recepción real en la Almudaina

Ninguno de los hoteleros mallorquines que sufragaron la compra del yate Fortuna para los Reyes eméritos estuvieron presentes en la recepción real en Palma del pasado viernes. Tampoco acudieron los empresarios de las Islas que sin ser hoteleros también contribuyeron a la compra del histórico yate, hoy inoperativo.                                                                                                                                                                                 

Hace dos veranos la presencia de grandes hoteleros en la recepción real que ahora se celebra de forma más multitudinaria en el Palacio de la Almudaina fue más nutrida. El verano pasado ya disminuyó y algunos de los grandes delegaron en sus vástagos, con la salvedad de Juan José Hidalgo y Carmen Ríu, que si asistieron al besamanos.

Pero este año ni siquiera el presidente de Globalia y la consejera delegada de Riu se personaron en la recepción de Felipe VI y Letizia y la reina Sofía. Escarrer padre delegó en su hijo Gabriel; Miguel Fluxá, en su hija Gloria (ningún medio se hizo eco de la presencia de la menor de la familia, quien vive fuera de Mallorca).

Tampoco estuvieron ni los Barceló ni los Piñero, aunque estos de forma justificada. Ni otros empresarios que sin ser grandes aportaron sumas de dinero, como el presidente de THB, Francisco Miralles. Y de los no turísticos, no aparecieron ni Pedro Serra ni Conrado de Villalonga, dos patronos que lideraron con Escarrer la compra del barco.

La presencia de representantes del sector turístico, motor de la economía de las Islas, fue muy reducida: presidentes de hoteleros, agencia de viaje y Fomento y los citados Escarrer jr y Fluxá jr. El consejero de Turismo de Baleares se excusó como siempre. Ningún miembro de la nobleza mallorquina tampoco apareció por la Almudaina.

La recepción real ahora es tan abierta al pueblo que lo mismo invitan a una joven joyera que se olvidan de algunos de los que pusieron dinero para que la familia real siguiera veraneando en la Isla. Se olvidan o en protocolo no hay memoria. Que tiempos los de Mondéjar, los de don Sabino e incluso los Almánzar en Zarzuela y Marivent.