El Turismo se convirtió en uno de los grandes estigmatizados de la pandemia. "Estacional", "precario" o "de bajo valor añadido" fueron algunos calificativos que se le atribuyeron desde el propio Consejo de Ministros, obviando reconocerle virtud alguna. E incluso desde los gobiernos autonómicos con mayor fuente de prosperidad y empleo procedente del sector se puso el énfasis solo en conceptos como "monocultivo", "saturación", "masificación" o "reducir la dependencia".
Pero hoy, gracias al peso del Turismo en la generación de riqueza en el país, España se constituye en una excepción económica del declive que están viviendo las grandes potencias europeas. Alemania, en recesión, sufre por el alto costo que supone para su industria el corte del gas ruso. Inglaterra, de su lado, padece el Brexit, mientras Francia acusa que París haya perdido al viajero asiático, unido a las frecuentes protestas sociales, a la vez que Italia afronta una crónica crisis de inmigración.
España, así, ha escapado de esta coyuntura gracias a la cuota que el Turismo supone para la economía nacional. El sector --que es el que más redistribuye la prosperidad entre pequeños proyectos como de restauración, agencias o excursiones-- ha evitado el hundimiento del país, y que se haya visto amenazado el sostenimiento de sus servicios públicos.
Sin embargo, ninguna de las autoridades que hace un trienio salió en tromba a denigrar al Turismo ha reconocido hoy el valor que tiene el sector para aportar fundamentales beneficios a los ciudadanos. Y una consecuencia de estos ataques ha sido la de crear una mala imagen de cara a atraer talento a empresas turísticas, pese al elevado desempleo que persiste en el país.
Las duras críticas de los gobernantes, así, no solo no han servido para nada, sino al contrario, al haber aumentado el problema, sin que todavía exista quien haya rectificado, pese a haber promovido en sus años en las instituciones un modelo pernicioso como es el del alquiler vacacional, que ha disparado el precio de la vivienda, con todas sus demás desagradables consecuencias.
Tampoco ningún representante del Sector -existen cientos por no decir miles en las distintas Asociaciones, Agrupaciones, colectivos Sectoriales que viven en buena parte de las subvenciones públicas, cómo el Medio presente- se vanagloria de la acción coordinada del Gobierno, agentes sociales y la patronal en la subida e.g del SMI, de las medidas para la conciliación familiar e.g bajas parentales, cambio en la contratación laboral temporal e.g por indefinida, etc … cuando los Popes del Sector se miran el ombligo y sólo ven pelusilla.
La subida del SMI es un escollo para la prosperidad empresarial y en consecuencia del empleado.
El cambio de contratos a indefinido es una medida trilera del gobierno que no sirve para nada como ha quedado demostrado, únicamente como trilera medida estadística.
Las ayuditaa que citas y otras más solo sin posibles aplicar a los funcionarios a costa de los impuestos a pagar por los de siempre así que de nuevo más medidas inservibles, así con todo lo que hacéis los socialcomunista rompe país.
Anda, tomate la medicación contra la ira fascista.
El Banco de España ha vuelto a revisar al alza sus previsiones de crecimiento de la economía española para 2023 y sitúa el valor por encima de las estimaciones realizadas por el propio Gobierno. El organismo liderado por Pablo Hernández de Cos prevé que el Producto Interior Bruto (PIB) cierre el año en el 2,3%, dos décimas por encima de lo esperado por el Ejecutivo de coalición (2,1%) y lejos del 1,6% arrojado en anteriores revisiones. La autoridad se suma así a los múltiples organismos nacionales e internacionales que ya reflejan una recuperación del PIB prepandemia.
Claro a trabajar 10 horas diarias por 800€ mes es lo que saca al país de la miseria no? Pues jodete que es lo que hay y si no te gusta vete a tu campo de golf y no salgas fachq
En España hay 20 millones ochocientas mil personas trabajando y se registra la tasa de paro más baja de los últimos quince años, por cierto, hoy el porcentaje de parados es la mitad que cuando gobernó Rajoy con una crisis mucho menor.
Desde la entrada en vigor de la reforma laboral, la temporalidad de los contratos se ha reducido a la mitad. Hoy en España hay más de 3 millones de afiliados con contratos indefinidos que en diciembre de 2021.
Y respecto al salario mínimo, ese que cobran 2 millones y medio de trabajadores en España, ha subido 344 euros al mes, un 47%, más que nunca. Además, los salarios han crecido un 5% de media en los primeros meses de 2023, mientras la inflación ha bajado; por tanto los trabajadores están recuperando poder adquisitivo.
Resulta como mínimo paradójico ensalzar la fortaleza económica de España gracias al turismo mientras triunfan en las urnas los profetas del apocalipsis. ¿No será que Garzón tenía razón y el turismo no crea más que trabajadores pobres que, por mucho que el Gobierno establezca medidas para protegerles, no pueden afrontar la inflación?
El turismo es miseria y esclavitud
Pues ándate a sembrar patatas si te parece menos mísero y esclavo. Porque otra cosa no hay.