“No puedo ser presidente con unos hoteleros que cobran 19 euros”

 

Por MM

Palma. 11/05/10.- Un presidente de una agrupación hotelera de Mallorca indica a pref.com que deja el cargo porque no puede consentir que algunos de sus asociados estén ofertando habitaciones en temporada alta a 19 euros.

 

“Me voy, no aguanto más. Y es que no puedo ser presidente con unos colegas que están hundiendo el mercado. El daño que le están haciendo al turismo en general y así mismo es tremendo”, ha señalado este empresario.

 

El presidente de esta asociación lleva en su puesto dos décadas, está considerado por toda la familia turística mallorquina como un ejemplo fuera y dentro de su casa y en breve anunciará su renuncia “porque me siento impotente”.

 

Él ha luchado hasta la saciedad para que sus compañeros no entren en una guerra de precios a la baja y “al final han entrado en esta dinámica incluso algunos hoteles de tres estrellas, por lo que el mercado ha quedado muy tocado”.

 

Ve negro el panorama porque a los otros competidores no les quedará más remedio que entrar en esa guerra cuando los touroperadores les trasladen los precios a la baja de “algunos colegas que no han calibrado la medida del brutal abaratamiento”.

 

Considera que las rentabilidades de este año serán inferiores a las del año pasado, “pues no basta con que suban las ocupaciones, que tampoco es como para lanzar las campanas al vuelo, sino que lo importante es que el precio de la habitación sea razonable”.

 

Este hotelero admirado por sus compañeros—le han ofrecido altos cargos en el colectivo y siempre los ha rechazado—recalca que las autoridades se centrarán en el número de camas para vender una recuperación que “no existe”.

 

Sentencia que no se podrán acometer reformas porque con los ingresos que se obtengan esta temporada “es imposible afrontar los costes de reforma de los hoteles, por lo que la planta hotelera se convertirá en más obsoleta de lo que está”. Es decir, que pocos serán los que acaben pidiendo créditos para la renovación, le digo yo, y él asiente y me dice apesadumbrado que “o se toman medidas o esto se va al carajo, y yo ya estoy muy cansado como para luchar por inconscientes, y me voy”.