La cadena catalana Ona Hotels, radicada en Salou y pilotada por los aragoneses Carlos Barrau y su hijo Ignacio, anunció hace unos días que nombraba consejero delegado al ex directivo de Tui Josep Antón Grases, con lo que se sumaba a otras grandes hoteleras de esa región en encomendar la gestión a un profesional ajeno a la familia propietaria (Josep-Antón Grases se convierte en el nuevo CEO de Ona Hotels).
Ona explicó que "en esta nueva etapa, la empresa está enfocada a potenciar el crecimiento empresarial y el proceso de expansión internacional que ya empezó con la reciente apertura del Ona Marrakech el pasado día 1 de julio". "Ona Hotels espera gestionar hoteles en cuatro países en 2020 y alcanzar los 50 hoteles en gestión en 2023", agregó.
La apuesta de Ona por profesionalizar la gestión sigue una estela que está costando más en Baleares, donde se ubican las grandes cadenas vacacionales del país, pero que se viene dando más con las catalanas, como el caso de Catalonia, Oh!tels, Best y hasta hace poco Selenta.
Catalonia, propiedad de la familia Vallet, tiene como CEO a Manuel Valenzuela, mientras Oh!tels, de la familia Farriol, cuenta con Giovanni Cavalli como director General, mientras Best, propiedad de la familia Batalla, tiene a Juan Alcubilla como director general, y hasta hace unos días Selenta, de Jordi Mestre, tenía a Ramón Borrell como CEO hasta su despido.
El resto de grandes cadenas catalanas conserva a la familia propietaria liderando la gestión, como son los casos de los Espelt en H10, los Clos en Derby, o los Cabrera en Princess, así como el gallego Amancio López de Hotusa, con sus hijas y su mujer en el día a día del grupo radicado en Barcelona, así como Molist de Evenia o Pascual de Alegria Hotels.
En Baleares solo Barceló y BlueBay entre las grandes cadenas cuentan con un CEO ajeno a la familia propietaria, con Raúl González y Ramón Hernández respectivamente, con desempeños de estas hoteleras tan bueno como el del resto de colegas de la industria, de igual forma que mantienen perspectivas de crecimiento muy ambiciosas.
En la islas, la llegada reciente de las segundas generaciones a la primera fila ejecutiva ha supuesto que en la mayoría de grandes cadenas siga un apellido propietario de primer gestor, como prueban los casos de Encarna Piñero (Grupo Piñero), Sabina Fluxá (Grupo Iberostar), Abel Matutes (Palladium) o Javier Hidalgo (Globalia).
Así, los directivos turísticos españoles están teniendo que recurrir a empresas extranjeras para relanzarse, como muestran los casos de Juan José Calvo, un ex Iberostar que es actual CEO de Meeting Point Hotels desde hace unos meses como adelantó preferente.com, o la griega Ikos que también ha confiado en otro ex de la cadena de los Fluxá para pilotar su desembarco en España.
En América también el talento español copa los principales grupos hoteleros de resorts caribeños, con Javier Coll como 'número 2' del mayor conglomerado turístico de Estados Unidos (Apple Leisure Group); con Jordi Pelfort al frente de la división hotelera de Sunwing, o con Jordi Solé con la misma responsabilidad en Transat.
Preferente.com Diario para profesionales del Turismo