Los dos partidos más radicales de Mallorca, Més y Podemos, con el soporte de los socialistas gobernantes, sus socios, han sentado en el banquillo del Parlamento Balear al empresario turístico Abel Matutes, persiguiendo con ello hacerle pasar por el mal trago de la “pena del telediario” con la excusa de una supuesta vinculación con los constructores de la autovía de Ibiza.
Ya que la Justicia no encuentra delito alguno en el traslado de las tierras sobrantes de la obra de la construcción de esa red vial a una finca de su propiedad, los políticos radicales que gobiernan en Baleares han utilizado la burda estrategia de hacerle comparecer en sede parlamentaria para presentarlo como un delincuente.
Matutes dejó claro ante los extremistas que "jamás me he beneficiado de la política, ni he utilizado nunca mi cargo público en beneficio de mis negocios particulares". Además, les explicó que todo el sueldo que le correspondía por ocupar un cargo público "lo destinaba siempre a la Fundación Abel Matutes con el que, por ejemplo, se subvencionaba los equipos de fútbol base de Ibiza". Esta fundación, recordó, entrega ayudas a distintas entidades por un valor anual de unos 200.000 euros.
Aunque forzado a sentarse en el banquillo del Parlamento Balear, Matutes acalló muchas bocas y a pesar del enredo político al que le sometieron el también exministro dio, además, una lección de lo que debería ser realmente la política, con argumentos y no infamias.
La diferencia de nivel entre este señor y los individuos de MES-Podemos es brutal y que la politica y el dinero del contribuyente pueda ser usado por mediocres amargados para destruir lo que serian incapaces de reproducir es EL COLMO DE LA CORRUPCION MORAL. Tambien economica, por supuesto.
Valiente espectaculo que envidiosos absurdos derrochando el dinero de contribuyente!