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EDICIÓN ESPAÑA

Perelli (Exceltur): “En el turismo ya no vale el cuanto más mejor”

“Los destinos y los agentes turísticos tienen que decidir qué turismo quieren y dedicar su esfuerzo en alcanzarlo”
“La conversión masiva y desordenada de viviendas en alojamientos es uno de los principales factores distorsionantes del equilibrio entre el desarrollo del turismo y la preservación de la calidad de vida de los residentes”

El vicepresidente ejecutivo de Exceltur, Óscar Perelli apuesta por un modelo más sostenible y estratégico en el sector turístico, basado en la calidad y no solo en el volumen de visitantes. En una entrevista concedida a Preferente analiza los principales retos que afronta tras su llegada a la entidad, como empujar hacia la regulación de los pisos turísticos, la necesidad de mayor inversión y colaboración público-privada, o la creciente contestación social al turismo en algunos destinos. Además, reclama un mayor reconocimiento institucional por parte del Gobierno de España para el que es el principal motor económico de la economía española.

Pregunta. Desde principios de año ocupa la vicepresidencia ejecutiva de Exceltur, relevando a José Luis Zoreda, que llevaba más de 20 años en el cargo. ¿Cómo han sido estos primeros meses?

Respuesta. Debo decir que han sido meses en los que he percibido una gran acogida por parte de los socios y de los ejecutivos y equipos de otras asociaciones, empresas y especialmente de responsables de administraciones públicas, lo que supone una enorme responsabilidad, a la vez que un estímulo para afrontar los muchos retos y proyectos que queremos poner en marcha en esta nueva etapa de Exceltur.

P. ¿Qué retos se marca?

R. Parto de la convicción de que hay una enorme oportunidad en hacer las cosas mejor como sector, a la vez que de hacerlo bajo un mayor nivel de colaboración entre empresas, de estas con las diversas AA.PP. e incluso entre ellas mismas. Soy de los que piensa que llevamos mucho tiempo hablando de las mismas cosas, pero que hay que acelerar su consecución. Pasar de la retórica a una acción, con mayor ambición y colaboración entre todos. Hay muchas iniciativas públicas y privadas trabajando en los mismos temas, pero que no consiguen trascender por su carácter parcial o demasiado local. Mi aspiración es que Exceltur pueda jugar un papel activo en la propuesta y desarrollo de proyectos estratégicos con capacidad de transformación país en lo que son los grandes retos del sector turístico español.

En este sentido, es importante asumir que ha cambiado el paradigma imperante en las últimas cuatro décadas de turismo en España. Ya no vale el cuanto más, mejor. Los destinos y los agentes turísticos tienen que decidir qué turismo quieren y dedicar su esfuerzo en alcanzarlo. Esto supone pasar de la mera promoción para que llegue más gente a la gestión integral del destino con las implicaciones que introduce el turismo sobre muchas decisiones públicas y de las propias políticas sobre el propio sector.

Dicho esto, si me pides que señale las prioridades turísticas de forma muy resumida, la centraría en generar un marco normativo y de agilidad administrativa para favorecer la inversión estratégica. Inversión en reposicionamiento de la oferta hacia los segmentos de mayor contribución (no solo económica), especialmente aplicada a la transformación de los destinos pioneros del litoral, en la mejora de la conectividad, y en la apuesta por una intermodalidad efectiva entre la alta velocidad y el resto de medios de transporte (¿para cuándo la conexión del AVE con Barajas?), y en las tecnologías que mejoren la experiencia de viaje de las personas que nos visitan.

Por otro lado, España debería ser el país con el mejor sistema de formación y diseño de carrera de profesionales del turismo del mundo; un hub de generación de capital humano e inteligencia turística. A estas prioridades incorporaría la necesidad de mejorar nuestra aportación de valor a la calidad de vida de los residentes y la preservación de los recursos territoriales y ambientales, para recuperar el reconocimiento social como un sector deseado. Tengo la sensación de que no hemos sabido trasladar a la sociedad nuestra contribución a su calidad de vida.

P. ¿Cómo valora los avances que ha habido para poner coto a los pisos turísticos en algunos destinos españoles como Madrid y Barcelona? ¿Qué soluciones proponen desde Exceltur para atajar esta problemática?

R. De forma muy positiva. Si no lo he mencionado en la lista anterior es porque creo que se están dando pasos relevantes en racionalizar su encaje en los destinos. La conversión masiva y desordenada de viviendas en alojamientos turísticos y su comercialización, muchas veces ilegal, es uno de los principales factores distorsionantes del necesario equilibrio entre el desarrollo del turismo y la preservación de la calidad de vida de los residentes, especialmente en las islas y los centros de las ciudades.

En apenas 10 años hemos doblado la capacidad alojativa en estos lugares, con una propuesta de menor generación de valor económico, empleo y contribución fiscal. El debate ya no está en cómo regularlo. En España, hay normativas autonómicas y locales para todos los gustos. Lo relevante es que esas normativas se cumplan y se evite la ilegalidad. En este reto valoro positivamente el proyecto de Ventanilla Única Digital de Arrendamientos que entrará en vigor a partir del segundo semestre del año, así como la necesidad de que en la regulación nacional quede claro jurídicamente que se trata de una actividad económica, legítima, pero como el resto debe cumplir unas normativas y pagar los impuestos correspondientes. Dicho esto, necesitamos que propietarios y plataformas colaboren y no comercialicen oferta ilegal, cosas que alguna de ellas no ha estado dispuesta a hacer hasta ahora.

P. A las puertas del verano, el riesgo de que se produzcan nuevas protestas contra el turismo está presente. ¿Cree que se volverán a repetir? ¿Afectará a la llegada de turistas, especialmente ingleses?

R. Si, nos preocupa. La preocupación nace más de lo que transmite. Aunque no es toda la sociedad, hay un grupo creciente de personas que no encuentran suficiente el valor que aporta el turismo. Y es aquí, donde debemos reaccionar y trabajar como sector. Tenemos que ser capaces de revertir esta contestación social y contribuir a reforzar la percepción favorable al turismo que caracteriza mayoritariamente a la sociedad española y seguir transmitiendo a las personas que nos visitan que son bienvenidas. En Exceltur estamos comprometidos con este cometido, y buena parte de las acciones previstas para 2025 tienen como objetivo trabajar, en la medida de nuestras posibilidades, para conseguirlo, convencidos de que se trata de una carrera de fondo, comprometida con promover un mejor turismo para todos. Un turismo con propósito, más responsable, inclusivo y regenerativo.

P. ¿Cómo y desde que organismos se debería actuar para frenar los actos contra el turismo?

R. Más allá de la lógica actuación de las administraciones para impedir actos que van en contra de las leyes y el propio civismo, lo importante es trabajar en los elementos que están detrás de estas reacciones. Uno prioritario es señalar y erradicar toda oferta ilegal, que no solo se produce en el alquiler vacacional. Otro, es entender bien lo que se cuestiona, tener un diagnóstico profesional y actuar con medidas eficaces, que en muchos casos trascienden al propio sector.

Una de las quejas mayoritarias en las manifestaciones en contra del turismo se centra en la dificultad de acceso a la vivienda, la congestión del tráfico y la masificación en el disfrute de los recursos. Por supuesto que el turismo tiene una incidencia, pero no es el principal factor determinante. Estamos ante retos sistémicos, muchos de carácter global, en los que interactúan muchos factores fuera del turismo. Ojalá se resolvieran solo con tasas y moratorias, pero la realidad y las soluciones son más complejas y requieren de una aproximación profesional a medio y largo plazo.

P. ¿Cómo ven todo lo que está sucediendo por el polémico RD 933/2021 impulsado por Interior? ¿Ven posibilidades de que se suprima la normativa? ¿De que manera están apoyando desde Exceltur en ese sentido?

R. Este es un claro ejemplo de falta de entendimiento de la relevancia del turismo y de la aplicación de medidas que, siendo bienintencionadas, pueden provocar un efecto perverso sobre las empresas y, lo que es peor, sobre los que nos visitan. Cuando la obsesión para mejorar la experiencia del viaje es utilizar la tecnología para favorecer que no tengamos que hacer colas, ni llevar varios papeles, ni mails con las diferentes reservas y que podamos centrarnos en disfrutar del motivo de nuestro viaje, una medida así, más allá de las implicaciones legales sobre el manejo de datos personales, podría suponer un claro paso atrás indeseable para todos.

Desde este punto de vista, me consta que ha habido una aproximación desde el primer planteamiento del Real Decreto a la Orden Ministerial final que lo desarrolla. Confío que impere el sentido común y al final la información solicitada equilibre el objetivo de garantizar la seguridad con la operativa de las empresas y la calidad de la experiencia de los viajeros. Lo contrario no colocaría en una situación desfavorable frente a otros destinos.

P. El Gobierno español ha dejado en un segundo plano al turismo pese a su importancia para la economía. ¿Sigue siendo el sector ese gran olvidado?

R. Desde luego no tenemos el reconocimiento que nos merecemos. Es verdad, pero también es algo que nos debemos ganar, más allá de nuestra capacidad de generación de actividad económica y empleo. Creo que hemos avanzado más de lo que pensamos. Me consta que en muchos ámbitos del Gobierno de España la valoración sobre el turismo ha mejorado notablemente, aunque luego ese mayor reconocimiento no se haya trasladado a un reparto más eficaz y equitativo, por ejemplo, de los fondos Nex Gen entre el sector público y el privado, tal y como hemos venido demandando.

Somos de los pocos sectores que reflejan las líneas de trabajo, por ejemplo, del Informe Draghi. Más inversión privada en la generación de mayor valor añadido, que permita avanzar en la descarbonización y en la generación de un mayor valor social, con ganancias en productividad que se traslade a las condiciones laborales. Los datos objetivos del turismo de 2024 que hicimos público desde Exceltur en el mes de enero corroboran esta realidad, pero está claro que debemos seguir trabajando.

P. ¿Qué consecuencias pueden tener las políticas de Donald Trump en el destino España?

R. En la última semana hemos pasado de la incertidumbre a la preocupación. Desde luego un cambio en el orden global, con un mundo más fragmentado, en el que haya tensiones inflacionistas y subidas de tipos de interés que afecten a las empresas y las familias, donde se puedan volver a romper cadenas de suministros no es el deseado para el turismo. Precisamente los valores que promueve el turismo son justo los contrarios.

Dicho esto, se trata de elementos que no podemos controlar y que habrá que gestionar, si se producen. Me interesa más conocer qué políticas turísticas vamos a desarrollar en España y cómo vamos a responder. Qué Estrategia de Turismo Sostenible para 2030 vamos a aprobar e implementar entre todos, qué cambios vamos a hacer en los modelos de cómo gestionamos el turismo.

Por poner un ejemplo y ser concretos ¿Vamos a adecuar una institución como Turespaña, creada en 1985 a la realidad de los mercados turísticos actuales? ¿Vamos a permitir que entren las empresas privadas y las comunidades autónomas en su gobernanza, como sucede en otras instituciones similares de otros países líderes en marketing turístico? ¿Vamos a dotarle de más recursos para hacer un marketing más segmentado que se dirija a atraer los turistas más interesantes y crezcamos por valor y no por afluencia? Entre otras muchas actuaciones.

P. ¿Sigue faltando personal cualificado en el sector? ¿Qué se debe hacer para solucionarlo?

R. No es alarmante, pero sí es preocupante. Igual que otros retos de los que hemos hablado, esté no es exclusivo del turismo, igual que el preocupante aumento del absentismo. La pirámide demográfica se ha invertido y el acceso a población joven y formada es cada vez menor. En la pugna por atraer talento vamos a tener que trabajar por mejorar nuestra propuesta de valor. Creo que es algo que las empresas ya están realizando. Si no, las empresas turísticas no habrían creado más de 72 mil empleos en España en 2024, con un 96,7% de contratos indefinidos (reduciendo los fijos discontinuos) y con un incremento salarial medio en los convenios del 3,2%, por encima de la media del resto de sectores de la economía española. Dicho esto, tenemos que seguir mejorando nuestra imagen como sector empleador, invirtiendo en mejorar el sistema formativo y aplicando fórmulas para facilitar la flexibilidad y la capacidad de atraer talento externo, trabajando de forma consensuada en el marco de la negociación colectiva.

 


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