Petra implora la llegada de turistas: nadie viaja a Jordania

Jordania ha sido uno de los países de Oriente Medio más golpeados por el estallido de la guerra entre Israel y Palestina. El turismo representa una parte muy importante de su Producto Interior Bruto (PIB) y, desde la llegada de la pandemia en 2020, no ha conseguido levantar cabeza (Ralentización en el emisor por la guerra y el miedo a la recesión).

Según informa ABC, durante la segunda mitad de 2022 todo parecía que volvía a la normalidad, con una temporada de verano bastante positiva. No obstante, el inicio del conflicto el pasado 7 de octubre volvió a hacer que todo saltase por los aires. A ello se suma la reciente ofensiva de Irán en abril de este año, que ha vuelto a frustrar un buen arranque de año por el miedo que siembra entre los posibles visitantes (Iberia, Air Europa y Vueling cancelan vuelos a Israel y Jordania).

El vicecomisionado jefe del Parque Arqueológico de Petra, una de las siete maravillas del mundo, Ismaiel Abuamoud, apunta que “el turismo es muy sensible, y resulta muy dañado por factores externos”. “Había empezado a repuntar en 2017, y 2019 fue nuestro mejor año, pero en 2020 vino la pandemia.­­ Una vez superada, 2023 fue un ejercicio muy bueno (unos 6 millones de turistas), pero estalló la guerra y el número de visitantes se ha reducido.

En este sentido, detalla que, “desde el 7 de octubre, observamos que el número de turistas empezó a caer día tras día. Antes solíamos recibir unos 3.000, 4.000 o 5.000 cada día. Pero, después, sólo llegamos a los 300 o 400 diarios”, lamenta.

Unos datos que coinciden con los de los hoteleros de la región. “Hace un año estábamos llenos y sólo de podía venir con reserva. Tenemos una capacidad para 200 personas y no hay nadie. Estamos facturando prácticamente cero”.

Ante el temor a que el conflicto arruine la temporada de primavera, el verano, y el resto del año, Abuamoud exige que se trabaje para “decirle a todo el mundo que Jordania es seguro y pueden venir a disfrutar del tiempo, de la comida y de Petra”. Así, confía en que “vaya aumentando poco a poco el número de turistas”.

Y así lo confirman algunas personas que visitan el destino. Patricia Martín lo hizo con un grupo de amigas, y apunta que “la situación es completamente normal y tranquila. Se puede hacer turismo perfectamente. Además, es un país precioso, que no tendría por qué perderse la gente”.