La revista Desarrollo, nacida antes de Preferente y germen de nuestro grupo, le concedió su primer premio, hace 28 años, a Pablo Piñero. Cuando hicimos pública la distinción eran muy pocos los que sabían de un empresario que apenas llevaba unos años en Mallorca. Mi primera cita con Piñero fue para anunciarle un premio que sería el primero de los innumerables que iría recogiendo a lo largo de su exitosa trayectoria.
Desde entonces y hasta las doce de la noche de este jueves, viví de cerca el despegue de todas las iniciativas turísticas de este murciano de Mula que amaba su tierra con pasión y a la que siempre estuvo vinculado pese a residir en Palma y forjar desde la capital mallorquina un imperio turístico que ha dejado un sello inimitable en el Caribe y muy especialmente en República Dominicana, donde lidera el número de hoteles.
He visto cómo negociaba la compra de los terrenos del hotel de Adeje, en una reunión interminable que comenzó a las once de la mañana y concluyó a las cinco de la tarde y en la que, por agotamiento del vendedor, acabó cerrando una operación a precio de ganga: sus colegas habían comprado el metro cuadrado a 40.000 pesetas y Piñero lo consiguió a 16.000. Hoy este hotel gana más que alguno de los suyos del Caribe.
He asistido, siempre con Isabel al lado, su imparangonable mujer, al lanzamiento de uno de los principales complejos turísticos de República Dominicana, el de Playa Nueva Romana, a caballo entre la capital y Punta Cana. De un lodazal consiguió levantar uno de los grandes resorts del país, con hoteles, campo de golf y residencias que ocupan famosos de la televisión dominicana y españoles que han encontrado allí su retiro dorado.
He contemplado, con Miguel Fluxá de testigo en una ocasión y con el que fue su bancario de toda la vida, Ramón Roselló, en otra, cómo se partía el pecho en la construcción del primer hotel de Bávaro, donde acabaría creando el mayor complejo hotelero de la zona (en número de establecimientos y en número de camas). Y también como se hacía, paso a paso y sin inmutarse, hormiguita sin igual, con el dominio de los hoteles de la frondosa Samaná.
Fue el último en llegar al mundo de los hoteles vacacionales tras percatarse hace 22 años que la rentabilidad del sector turístico no estaba ni por asomo en la turoperacion y el último en formar parte de la élite empresarial. Los notables, sus colegas "los grandes", y en especial Escarrer padre, Fluxá y Simon Pedro Barceló, siempre decían lo mismo al hablar de Piñero: "Pablo tiene un gran mérito, un extraordinario mérito". Más del que ellos pensaban.
Al poco de ser nombrado máximo ejecutivo de Meliá, Escarrer junior le dijo a Piñero, delante del gran Ricardo Reyero y el firmante, en un restaurante londinense, con ocasión de una World Travel Market: "Pablo, ya me dirás cómo lo haces para obtener estos beneficios tan extraordinarios". Y es que el Grupo Piñero conseguía unos Ebitdas tan altos que dejaba boquiabiertos a sus colegas y asombrados los analistas del Sector, en sus antípodas, estos.
La clave de la rentabilidad de este empresario peculiar, español de los pies a la cabeza, duro como la roca pero con un corazón grandísimo, sin complejos y defensor del clan familiar, radicaba en comprar barato, controlar hasta el precio del papel higiénico y ofrecer en sus hoteles una relación precio-calidad como ningún otro lo hacía. Con Bahía Principe creó marca y los operadores norteamericanos acabaron cediendo ante su propuesta hotelera.
Piñero era un osado, como dijo de él públicamente su hija Encarna el día del aniversario del grupo en República Dominicana. Y un empresario sin imposibles, como no se cansaba de repetir el bancario Ramon Rosselló, quien acabaría a su lado en Inverotel. Y el de más mérito, como comentaban una y otra vez los grandes cuando llamaban al periodista para interesarse por el estado de salud del "colega comisario".
No puedo olvidarme del Piñero persona, con el que compartí los veranos hasta hace dos, con el que bailé flamenco en las calles empinadas de Arcos de la Frontera (para asombro de unas hijas que no se lo creyeron hasta que vieron las fotos), y con el que ha pasado momentos inolvidables en en mar Báltico, en los ríos europeos, en el Caribe, en el Sur de España. Pero la mente y el cuerpo flaquean: desde la distancia, ánimo a las dos Isabel, a Encarna y a Lidia. Eras grande, pijo!!
Piñero a la derecha y el editor de Preferente detrás, en París, hace tres veranos
Rafa, hemos perdido a uno de los mas grandes, lo conocí en el 86, el mismo año que a ti, y entablamos una gran amistad desarrollando sus proyectos charter a Mallorca. Hombre sencillo pero ambicioso, fraguado como policia en la universidad en Madrid, y luego en Mallorca supervisando la noche. Pensó que estaría bien traer a sus paisanos a Mallorca, bien a trabajar o de vacaciones, y fundó Viajes Soltour en Murcia, embrión de todo lo actual. Me pesa mucho su perdida, ya que no era conocedor de la gravedad de su enfermedad, Descansa en paz Pablo, y mi mas sentido pésame a tus 4 chicas, y mucho ánimo para el futuro.