Pedro Pueyo no llegó más lejos empresarialmente porque no quiso, pues estaba sobradamente capacitado para alcanzar una posición cimera en el sector turístico. Entre contar con más hoteles y ser un fiel seguidor de Epicúreo, se inclinó por esta última opción. Su valía empresarial, su olfato para los negocios y su visión ya la había demostrado poniendo en marcha Royaltur, una cadena innovadora que impulsó con la familia Moll y que funcionó hasta que el tomó otros derroteros.
Fue un adelantado en su tiempo, primeros años de los 90. Tras la experiencia de Royaltur puso en marcha Oasis Hoteles y desembarcó en Cuba un poco antes que Gabriel Escarrer, Enrique Martinón, Miguel Fluxá y Luis Callejón. Su aerolínea, del mismo nombre que la hotelera, fue la primera en operar vuelos charters desde España, concretamente a Varadero. Pero los negocios en la isla antillana no acabo de cuadrarle. También fue el primero de los españoles en llegar a Cancún y a la Riviera Maya, cuando todo estaba en pañales.
La apuesta y pasión de Pueyo por el Caribe mexicano fue total, al punto que centró todos sus negocios en esta zona. Tuvo en mente invertir en República Dominicana, pero por razones inconfesables, decidió centrarse únicamente en la costa mexicana. En Cancún y Riviera Maya fue el empresario top, aunque nunca presumió de ello. Jamás quiso protagonismo alguno, por lo que apenas concedió entrevistas. Convencerle para que recibiera el premio REPORTUR no fue tarea fácil (Muere Pedro Pueyo, el líder hotelero de Cancún con Oasis).
A un empresario con arresto, atrevido, le costaba hablar en público. Pedro no pasaba desapercibido, pues vestía trajes elegantes y ajustados y lucia larga y lisa melena, pero nunca quería llamar la atención social y mediáticamente. Él y Fluxá han sido los que mejores han sabido compaginar el trabajo con vivir la vida. Su buen compañero en la faceta de “bon vivant" fue otro empresario que se salía de lo convencional, Pedro Cerdá, amantes del buen comer y de la música moderna, en especial de Bruce Springsteen.
Cuando en la tarde de este sábado me llamo su fiel Javier Albizuri desde Cancún para darme la noticia de su fallecimiento me vino a la memoria un comentario de Pedro Pueyo que siempre ha rondado en mi mente y que me hizo hará unos 28 años en el cabaret del hotel Internacional de Varadero, con ocasión del vuelo inaugural de su aerolínea repleto de personajes de la farándula: “Hay vida fuera de Mallorca, Rafa. Estas tardando en dar el salto a este lado del océano". Despuntó joven y joven se ha ido del mundo terrenal.
Empresario visionario , un grande del mundo turístico.
D.E.P.
Lindo articulo. Descanse en paz.