El primer grupo hotelero europeo, la francesa Accor, perdió prácticamente dos mil millones de euros durante el año pasado, incluso pese a haber conseguido reducir la velocidad con la que quemaba dinero en los primeros meses de la pandemia.
Sébastien Bazin, el director general, declaró a la prensa que “en 2020, la industria del alojamiento pasó por una crisis sin precedentes. Las medidas que implementó Accor para salvar nuestras finanzas fueron rápidas y disciplinadas. Los resultados se vieron sobre todo en la segunda mitad del año, cuando logramos limitar el impacto de la crisis”. En el verano y al inicio del otoño la compañía había mostrado unos resultados menos malos, pero en el último trimestre del año el desastre fue prácticamente absoluto. “Sólo el dos por ciento de los países no tiene ninguna restricción” dijo Bazin a la prensa.
Aunque “hoy tenemos el 85 por ciento de nuestros hoteles abiertos, algunos tienen una ocupación de apenas el cinco o el diez por ciento; pero las luces están encendidas y estamos abiertos”. La compañía sigue intentando captar al público, por lo que mantiene la mayor parte de los hoteles abiertos.
El Rev-Par de la compañía cayó un 66.2 por ciento; la ocupación fue del 31 por ciento y el precio de la habitación cayó un 18,7 por ciento.
Los peores resultados tuvieron lugar en Norte América, el Caribe y Centroamérica, con un RevPar un 81 por ciento inferior, con ocupaciones del 17 por ciento. En Europa el RevPar cayó un 73 por ciento, con ocupaciones del 22; en Asia el RevPar cayó menos, un 51 por ciento, con una ocupación del 48 por ciento.
Pese a todo, en 2020 Accor abrió nada menos que 205 hoteles con 29 mil habitaciones. Está en trámites para abrir otros 1.209 hoteles más, para sumar a los 5.139 de los que ya dispone.
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