Los empresarios Ricardo Reyero y Enrique Hernandis, dueños de más del 80% del capital de Nueva Isla Baja S. A., propietaria del hotel Buenavista (Tenerife), han decidido confiar la gestión de este establecimiento de cinco estrellas a Meliá Hotels International. La cadena de los Escarrer toma así el relevo de Vincci.
El hotel, que se comercializará bajo el nombre de Meliá Hacienda del Conde Spa, Golf & Resort, operará como solo adultos. Meliá también se hará cargo del campo de golf que rodea al complejo de lujo, construido por el Cabildo de Tenerife con la colaboración de Severiano Ballesteros, quien diseñó el proyecto.
Una vez que la institución insular considera logrado el objetivo que se había marcado de asentar estas dos inversiones para revitalizar la deprimida zona norte de Tenerife ha decidido dar paso a la iniciativa privada.
La intención de Reyero y Hernandis en su unión con la cadena de los Escarrer es replicar el modelo de éxito del Gran Meliá Bahía del Duque. Fue hace más de 20 años ya cuando estos mismos protagonistas junto al arquitecto Andrés Piñeiro lograron un hito en el turismo canario y nacional como fue poner en pie dicho establecimiento. En aquella época, en Canarias nadie creía posible que este destino fuera receptor de turistas de alto poder adquisitivo.
El Gran Meliá Bahía del Duque se convirtió en un hotel de referencia traspasando incluso las fronteras nacionales. A él le siguieron inversiones que dieron lugar a otros hoteles de esa misma categoría, tales como: el Ritz Carlton Abama, de la mano de familia Polanco, el Gran Meliá Palacio de Isora, de los Escarrer, y el Iberostar Grand Hotel El Mirador, de la mano de Reyero, Hernandis y la hotelera de Fluxá. Todos ellos son hoy proyectos consolidados, de gran prestigio y resultados económicos envidiables.
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