Room Mate: ¿Qué llevó a la SEPI a denegar su rescate?

El pasado mes de abril, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) denegaba a Room Mate la concesión de un rescate estatal por importe de 52 millones de euros del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas (Room Mate presenta concurso de acreedores).

Aunque en un primer momento se especuló con la posibilidad de que la participación en la cadena de Sandra Ortega (posee un 30,7%), la hija del hombre más rico de España, podría haber llevado al Gobierno a rechazar la solicitud, parece más probable que detrás de esta decisión esté el balance negativo que viene registrando la empresa desde hace años (La SEPI tumba la petición de rescate de Room Mate).

Según los datos del Registro Mercantil recabados por El Periódico de España, el grupo fundado y liderado por Kike Sarasola lleva perdiendo dinero más de una década, antes incluso de que la pandemia pusiese patas arriba al sector turístico.

Ni en los años de bonanza turística, en la que gran parte de las hoteleras lograron el colchón que les ha permitido resistir la crisis del Covid-19, Room Mate obtuvo beneficios. Durante la última década, en el ejercicio con mejores cifras perdió 4,3 millones de euros. Y en dicho periodo ha llegado a superar, en su peor año, los 10 millones.

Pese a que su cifra de negocio sí ha mostrado una tendencia ascendente durante la última década, llegando a rozar los 100 millones de euros antes de la pandemia, la cadena lleva en quiebra técnica desde hace años, con un patrimonio negativo previo al Covid-19 de unos 35 millones de euros.

Kike Sarasola, “optimista por naturaleza”

Sin embargo, Kike Sarasola defiende que la situación que atraviesa se debe única y exclusivamente a dos motivos: la crisis del coronavirus “y el segundo y más importante, que más nos ha lastrado, los litigios que tiene mi socia Sandra Ortega con los bancos financiadores” (Kike Sarasola culpa a la hija de Amancio Ortega de la crisis de Room Mate).

Aunque su estado es crítico, su fundador confía en que la declaración del concurso no sea un punto final, sino “un punto y seguido”. “Soy optimista por naturaleza. Room Mate sigue abierto y funcionando a toda velocidad, como viene haciendo los últimos meses, en los que está yendo muy bien el negocio”, remarcaba a finales de junio (El futuro de Room Mate queda en manos de PwC y la justicia).

A priori, su continuidad sería posible si se da luz verde a la propuesta de adquisición de Angelo Gordon, sujeta al análisis del administrador concursal y la aprobación del juez. Se trata de “una oferta vinculante de un inversor que plantea la continuidad de todo el negocio y el mantenimiento de todos los puestos de trabajo”, afirma Sarasola.