En la despoblada Soria, la caja rural local tiene un Centro de Turismo Rural que se llama Valdelavilla. Valdelavilla era un pueblo que, como tantos otros en la provincia, se quedó sin habitantes. Hace unos veinte años, se rehabilitaron las casas y se organizó el conjunto como si fuera una especie de hotel, pero con el formato de pueblo rural. Y tiene bares y restaurantes. Desde hace ya años, pierde dinero. No son cantidades exorbitantes, pero la caja se ha cansado de perder. Así que se ha puesto a buscar por Soria quién quiere asumir una gestión profesional. La caja dice que tiene algunos interesados, pero que son de fuera de la provincia y que ellos querrían que se quedara todo en Soria.
El complejo tiene algunos problemas: con 15 casas y 37 habitaciones, es de dimensiones muy reducidas para atraer a un grupo de dimensiones importantes, sobre todo si no es experto en este tipo de productos.
Para la caja esto se ha convertido en un dolor de cabeza porque no paran de mostrar el complejo pero sólo reciben noes como respuestas. Entre los últimos que se negaron a asumir el proyecto están lleva años perdiendo dinero, está la Mancomunidad de las Tierras Altas, que no ha querido hacerse cargo. Mientras, el tiempo va pasando y la actividad sigue menguando, para desesperación de la caja que ve como la ocupación del complejo es baja. De interés en el complejo apenas queda el restaurante, que tiene cierto éxito en la celebración de banquetes.
Probablemente un factor disuasor de los posibles gestores es que el complejo requiere inversiones urgentes para que quede en condiciones de operar normalmente. Aunque en líneas generales todo está presentable, veinte años exigen una actualización que supone bastante dinero y que ahuyenta a los interesados.
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