La industria turística española afronta una importante amenaza con el megalómano plan de Arabia Saudí de crear de la nada un macro destino vacacional con los mejores hoteles de lujo a fin de quedarse viajeros y también trabajadores cualificados. Pero también otro temor cada vez más creciente es que el país musulmán robe a España la proyección mundial que le supone el fútbol (El imperio turístico de Arabia: sus nuevos destinos, marcas y atracciones).
El deporte rey, con el Real Madrid y el FC Barcelona a la cabeza, brotan como los iconos por los que España es más conocida en el mundo, y por lo tanto contribuyen a acercar el interés por el país, especialmente en los mercados más lejanos. Por ello, el plan de los saudíes de poner todo el dinero necesario para llevarse a las principales estrellas del balompié también supone un riesgo a largo plazo para el turismo nacional.
El fondo soberano de Arabia Saudí se va a quedar con el 75% del capital de los cuatro principales equipos de fútbol de la Liga nacional para inyectarles una enorme cantidad de dinero y ampliar los fichajes actuales de Cristiano Ronaldo o Karim Benzema hasta no solo leyendas en su ocaso, sino con el tiempo llevarse a las mejores del momento, incluso con más énfasis todavía tras habérseles escapado el de Leo Messi, al que pretendían destinar más de 1.000 millones de euros por tres años.
El fútbol es el gran escaparate para promocionar al país, por lo que también aspiran a organizar la Copa del Mundo en el 2030, rivalizando precisamente con la candidatura de España junto a Portugal y puede que Marruecos. Así que con ello se hace más necesario que el Turismo patrio cuente con todo el apoyo institucional para no perder su posicionamiento estratégico en su sector económico clave, con la transversalidad necesaria y con el deseo de al fin un ministerio propio, aunque fuera compartido con Transportes.
Sobre todo por culpa de la corrupción de los europeos que se venden por petrodolares. Pagarán un sobre bien gordo lleno de dinero y se llevarán el mundial. Empresarios y políticos europeos se han vendido a los chinos y jeques..... Ajo y agua