“Que a Tenerife le vaya mejor como isla no es el resultado de un desequilibrio por el cual la isla es mejor tratada en perjuicio de Gran Canaria". Así de rotundo se ha mostrado el presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, quien critica que el ejecutivo regional se haya “plegado” a las “amenazas” de Bravo de Laguna para que la Ley de Modernización Turística se cambie "a gusto" del Cabildo de Gran Canaria.
“Gran Canaria tiene una planta hotelera desarticulada, sin unidad de explotación, hay mucho apartamento cuyo sitio en el mercado es más que discutible. Parece más razonable transformar tordas esas plazas en proyectos de cuatro estrellas en vez de hoteles nuevos que consumen más suelo”, asegura Alonso.
El presidente del cabildo tinerfeño cree que “debilitar la rehabilitación no es buena” y negó que la modificación de la ley en línea con lo que exige Gran Canaria perjudique a Tenerife. “Buscamos aumentar el valor de nuestro turismo y la fórmula es el segmento de los cinco estrellas. Lo que se perjudica si se modificara la ley es la rehabilitación, que es el principal objetivo de las islas en el sector turístico”.
uhmmm... Todavía colea lo de Riu... Y lo que queda.