Los primeros espadas del sector van a rendir un sentido tributo a Jeroni Albertí como padre de la Autonomía balear, pero también por un legado menos conocido como el de pionero en la negociación con los sindicatos turísticos.
Pese a la magnitud de los logros de Albertí Picornell como arquitecto de la institucionalidad del archipiélago, el otro aspecto que tanto le preocupaba era el asociacionismo, a fin de forjar una sociedad civil fuerte.
Así, incluso en los primeros años de democracia y transición, desde el consejo de empresarios, fue precursor de negociar con los representantes de los trabajadores, en el sector turístico principalmente (Reconocimiento al 'Adolfo Suárez' de la cuna del Turismo).
El afán de Jeroni Albertí, por lo tanto, no se ciñó a que las islas contasen con una sólida estructura legislativa, sino que luchó para dotar a la ciudadanía de herramientas que hicieran de contrapoder, consciente del elemento clave que esto suponía para la prosperidad y estabilidad de un sistema de convivencia.
Baleares, desde entonces, se caracteriza por unas patronales de más fuerza que las de otras regiones, con los casos de la Caeb, Asima, Pimem, Asaja o Afedeco, así como las turísticas Aviba, ACH o una Fehm que tuvo su germen en la pionera Cofebal impulsada por Miguel Codolá.
Jeroni Albertí, que fue hotelero además de cuñado de Gabriel Escarrer al estar ambos casados con dos hermanas, tendrá así en su funeral de este lunes en Palma a una nutrida representación de los grandes líderes mundiales del sector turístico vacacional.
Además de por rendir tributo a una de las figuras baleares más trascendentes del último medio siglo, varios de los grandes hoteleros acudirán a la iglesia de Sant Francesc para trasladar su cariño a su impecable hijo Xisco, cuya bondad, clase y luz son precisamente un legado de su padre.
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