Las pernoctaciones en fin de semana en Santiago, la capital de Galicia, han aumentado sensiblemente. ¿La razón?, los viernes a las siete y media de la tarde se pone en marcha el famoso botafumeiro de la catedral, lo que llevó a mucha gente a asistir a una ceremonia religiosa que no tiene lugar en ningún otro lugar.
Sin embargo, esta ‘sesión’ ha sido suspendida, según comunica la propia Catedral y publica El Correo Gallego. La decisión “hasta nuevo aviso” ha hecho que los hoteles estén enfadados porque pierden uno de los atractivos que les daban vida a los fines de semana del largo invierno gallego.
El ayuntamiento había reconocido recientemente que esta ceremonia era un atractivo, pese a lo cual ha quedado fuera de la agenda.
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