La verdad es que nadie sabe cuántos viajeros hubieran visitando Venecia en 2024 y no lo han hecho por culpa de que los cinco euros de tasa turística les ha desanimado. El objetivo era ese: que hubiera menos turistas de un día. Pero las imágenes que la prensa publica dan la impresión de que el actual impuesto es un fracaso como herramienta para reducir las visitas, porque las masas siguen siendo enormes, como siempre (Venecia: la tasa recauda pero no reduce la masa de turistas).
Por ese motivo, aunque sin admitir el fracaso, las autoridades han decidido aumentar de 5 a 10 euros la tasa de 2025. Y, al mismo tiempo, el número de días en los que se cobra, que en 2024 fueron 29, pasarán a ser 54. O sea que la recaudación debería aumentar. Los que duermen en la ciudad no pagan ese recargo.
Venecia ha tomado más medidas: también regula severamente los alquileres turísticos que hoy sólo están limitados a 120 días al año y podrían ser aún menos, aunque no está decidido. Pero sí se sabe y se ha aprobado que los propietarios tienen que recibir personalmente a los huéspedes –hoy es frecuente que por Internet se faciliten las claves de las cerraduras y el viajero nunca vea al titular o a un representante de la propiedad– hay que darle bolsas de basura reciclables, un teléfono de emergencias y un manual de buenas prácticas para visitar la ciudad.
Las autoridades parecen pensar que Venecia para algún viajero tal vez no valga el pago de diez euros. Habrá un límite, pero no da la impresión de que ese importe pueda desanimar a los visitantes. Pero habrá que esperar un año para tener una idea.
Un ridículo que no servirá para nada, tempo al tiempo.
Opino que un sitio como Venecia debería simplemente prohibir el turismo de menos de 24 horas. Se trata de que la ciudad siga existiendo.
Deberían ser 50 o más