La aprobación de la tasa turística a través de una proposición de ley del tripartito provocó que tanto la oposición como lo socios del PSPV mirasen hacia una misma dirección, la Agencia Valenciana de Turismo, el departamento que dirige Francesc Colomer, el alto cargo del Consell que, según Las Provincias, de manera más abierta, frontal y taxativa se había posicionado contra este impuesto (Golpe al turismo en Valencia y Benidorm al aprobarse la tasa al viajero).
La consejería valenciana de Presidencia defiende la buena gestión del alto cargo al subrayar la buena marcha del Bono Viatgem y las ayudas para reforzar al Imserso. El gabinete que preside Ximo Puig exhibe su deseo de mantener en el cargo a Colomer, pese a haberlo dejado desautorizado tras el acuerdo alcanzado con Podem y Compromís en sentido opuesto tras meses de pugna interna.
Puig se ha decantado por el ala más extremista de su gobierno en una materia tan sensible como es la del motor económico levantino, hasta el punto de que un alto cargo como el socialista Colomer no dudó en enfrentarse a una parte de su ejecutivo, llevándose por ello el reconocimiento de líderes turísticos y hoteleros como el de Benidorm.
El presidente de la Comunidad Valenciana, con su decisión, ha dejado ahora desautorizado a su responsable turístico. Mientras tanto, Carlos Mazón, presidente del PP valenciano, asegura que "derogaré la tasa turística, el requisito lingüístico y los impuestos ideológicos", tras las medidas aprobadas en los últimos días por el conocido como el pacto del Botánic, en medio de manifestaciones en Alicante por verse marginadas en los presupuestos del Estado.
Me parece perfecto que, se cobre esa tasa. Redundará en beneficio de la comunidad. Los turistas no deciden su destino por una ínfima tasa diaria.