El máximo ejecutivo de Boeing, Dennis Muilenburg, ha reconocido, a través de un comunicado, la similitud de los fallos técnicos en los siniestros de Ethiopian Airlines y Lion Air, asegurando que "es aparente que en ambos vuelos" el sistema de control conocido como MCAS se activó en respuesta a una información "errónea" del ángulo de ataque (Etiopía señala a Boeing en el informe preliminar del siniestro de Ethiopian Airlines).
"Como nos han dicho los pilotos, una activación errónea de la función del MCAS puede sumarse a un entorno que ya de por sí supone una alta carga de trabajo. Es nuestra responsabilidad eliminar este riesgo. Lo asumimos y sabemos cómo hacerlo", agregó.
Tras pedir perdón y dar el pésame a los familiares de las víctimas de los dos accidentes, Muilenburg destacó en el comunicado la colaboración que llevan haciendo sus "mejores ingenieros y expertos" con la Administración Federal de Aviación desde el accidente de Indonesia para actualizar el software y garantizar que ese tipo de accidentes "nunca vuelvan a ocurrir" (Boeing admite que tardará semanas en actualizar el software de los 737 Max).
A falta de publicarse los informes finales de las autoridades con los "detalles completos", el ejecutivo aseguró que la historia del sector "muestra que la mayoría de accidentes son causados por una cadena de acontecimientos" y "este es de nuevo el caso", pero "sabemos cómo romper uno de esos eslabones en los dos accidentes".
SOFTWARE ACTUALIZADO “EN LAS PRÓXIMAS SEMANAS”
"Seguimos un método amplio y disciplinado, tomándonos el tiempo para que la actualización del software sea la correcta. Estamos cerca de completarla y anticipamos que se certificará e implementará en la flota mundial de 737 Max en las próximas semanas", señaló el máximo responsable de Boeing.
Esa mejora del software, más su entrenamiento asociado y unos materiales educativos adicionales que los pilotos han solicitado "eliminarán la posibilidad de una activación no intencionada del MCAS y evitará que un accidente relacionado con el MCAS vuelva a ocurrir de nuevo", subrayó.
Muilenburg reiteró que el 737 Max es seguro y que cuando vuelva a volar incluyendo los cambios en el software "será uno de los aparatos más seguros que han volado" nunca, pero reconoció que "siempre se puede ser mejor" y expresó el "sentido del deber" de la compañía.
¿Y las consecuencias penales y económicas para cuando? Si asumen la culpa...
Son norteamericanos. Esos no responden ante nadie. Las compañías aseguradoras deberían demandarles también y negarles la cobertura. Han obrado de mala fe y eso anula los seguros.
Ahora, después de negar su responsabilidad e intentar culpar a las aerolíneas, habría que penalizarles doble.
Ese diseño es directamente criminal. Esoero que alguien vea la sombra de la cárcel. En sistemas productivos menos críticos que un avión siempre diseñamos software y hardware con el criterio de que no haya un punto único cuyo fallo provoque pérdida de servicio. Es impensable cómo pueden haber aprobado semejante diseño.
Démosle una última oportunidad a Boing y qué paguen por lo ocurrido.