Gonzalo Ferre, presidente de Adif, ha explicado este jueves ante la Comisión de Fomento en el Congreso de los Diputados que en el año 2010 se decidió que el ancho de vía del tramo Ourense-Santiago fuera convencional en lugar de AVE y que ninguna institución presentó alegaciones cuando se aprobó la modificación en 2011.
El cambio se justificó porque se pensaba que el ahorro de tiempo en el recorrido era demasiado pequeño como para que valiera la pena hacer una vía de alta velocidad (ancho internacional con sistema de seguridad ERTMS), aunque esta opción figurase en los planes iniciales.
El descarrilamiento del tren Alvia del pasado 24 de julio a cuatro kilómetros de la estación de Santiago de Compostela, que provocó la muerte a 79 personas, tuvo lugar en este tramo, de ancho convencional y con sistema ASFA.
También ha comparecido en la Cámara Baja el presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar, quien ha señalado que en junio de 2013 se autorizó que los ferrocarriles de la serie 730, como el accidentado, circularan con el ASFA y no el ERTMS, puesto que este último registraba problemas.
Gómez-Pomar también ha indicado que “no consta en los registros de los centros de seguimiento ninguna notificación de anomalía” en el tren siniestrado en Santiago, así como tampoco hay “constancia de ninguna comunicación” de Renfe con el conductor.
En adición, el responsable de la compañía ferroviaria estatal ha señalado que ese día el maquinista llevaba 2 horas y 42 minutos conduciendo, con una jornada laboral acumulada hasta el momento del suceso de 8 horas y 46 minutos, todo dentro de la normativa. Por otra parte, el máximo responsable de Renfe ha dicho que no corresponde ni a esta operadora ni a Adif "determinar las causas" del suceso. Según él, el asunto está "fuera de nuestro papel".
Este viernes el Congreso recibirá a la ministra de Fomento, Ana Pastor, quien hablará también sobre el primer accidente de tren en una vía AVE en España, que ha sido el más grave en los últimos 40 años en el sector.
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Los tres nombrados en el artículo son los responsables del adecuado funcionamiento de los sistemas. Por eso cobran. Es de personas decentes el presentar la dimisión de sus cargos cuando bajo su responsabilidad hay casi ochenta muertos.
A no ser que pretendan que se les pague por su cara bonita y lo bien que leen las excusas con voz profunda .
Creo que es esto segundo lo que piensan
Qué rápido echaron la culpa al conductor! Y la culpa de otro jefecillo para un upgreading por la cara. Y se destapa que no existe control alguno en las contratas de las infraestructuras españolas.
Cese de toda esa escoria de ex jefes sindicales verticales metidos a dedo en Renfe y Adif.