Adif ha decidido reforzar sus controles internos sobre contratación y ejecución de proyectos para evitar posibles futuras imputaciones entre directivos y cargos medios de su plantilla como sucedió recientemente en la ‘Operación Madeja’.
La empresa pública ha puesto en marcha auditorías internas que se centrarán en los últimos cinco ejercicios, y sobre todo, en la ejecución de obra presente y futura, según recoge El Mundo. El encargado de liderar este proceso es Francisco Javier Fernández Arévalo, director de Gabinete y Gestión Estratégica.
Los trabajadores de Adif podrán presentar denuncias anónimas, siempre que estén suficientemente documentadas. Además, y a fin de evitar fraudes y prevenir arbitrariedades en adjudicaciones menores, se ha centralizado un 90% la contratación periférica, restando así autonomía a responsables de zona. Por otra parte, ha elevado el peso de los criterios económicos en los grandes contratos para que las pujas sean a la baja -el precio medio por licitación es ya un 47% inferior- y ha creado controles técnicos de obras para comprobar el fundamento de los sobrecostes o su ejecución.
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