La incertidumbre política sumada a la ralentización de la economía china le han pasado factura a Adif que tan solo ha podido captar 600 millones de euros, el mínimo del rango previsto, en su nueva emisión de bonos a siete años.
“La demanda iba más floja que en las anteriores emisiones y se cerraron los libros una vez se alcanzó ese importe”, explican a Expansión fuentes financieras. Desde el gestor ferroviario reconocen que “se ha decidido captar este volumen porque las condiciones no eran las óptimas dadas las incertidumbres del mercado”.
Adif pagó una rentabilidad de 1,92% por esos bonos, 35 puntos básicos sobre la deuda del Tesoro lo que, a juicio de un trader en renta fija, supone un “precio muy ajustado tal y como están las cosas”.
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