Las tres principales empresas públicas relacionadas con el transporte en España suman una deuda que supera los 30.000 millones de euros, con Aena a la cabeza, seguida por poco de Adif, el administrador de infraestructuras ferroviarias, y de Renfe.
La deuda de Aena roza los 15.000 millones, mientras que la de Adif se sitúa en torno a 13.400 millones, y el endeudamiento de Renfe se prevé para final de 2012 en 5.254 millones, según los cálculos del Ministerio de Hacienda que encabeza Cristóbal Montoro.
La previsión de resultados para este año presenta un panorama distinto según el caso, pero la suma será negativa con toda seguridad. La peor parte se la lleva Adif, cuyas pérdidas para este año se estiman en 295 millones, según El Confidencial.
A continuación se sitúa Aena, que prevé ganar 4,5 millones de euros, después de la enorme subida de tasas de hasta en un 50 por ciento para los aeropuertos de Madrid y Barcelona, con el fin de que el gestor aeroportuario resulte más apetecible para eventuales inversores de cara a su salida a Bolsa.
Para Renfe, el Gobierno prevé una ganancia este año de 66 millones, después de que la subvención del Estado para 2012 haya pasado de 600 millones de euros a cero, como publicó preferente.com.
Pretender que ADIF no pueda tener pérdidas es como pretender que las carreteras y autopistas de toda españa sean autofinanciables. Lo mismo que AENA.
Sin embargo, otra cosa bien diferente es que se hagan inversiones faraónicas injustificadas. Así como los costes de mantenimiento de instalaciones infrautilizadas, etc.