Los aeropuertos de Huesca, Albacete, Reus, Córdoba, Burgos, Badajoz, Salamanca, Logroño y León apenas fueron utilizadas por una media de 922 pasajeros durante el mes de febrero. La construcción o remodelación de estos aeródromos supuso un desembolso cerca de 280 millones de fondos públicos.
El caso más sonrojante es el de Huesca, según La Razón. Sólo siete viajeros pasaron por unas instalaciones, que costaron 40 millones de euros y que están desiertas desde que en marzo de 2011 Pyrenair, la única aerolínea que operaba en ella, la abandonara.
El Gobierno aragonés ha pedido 'tiempo' para recuperar su actividad en un plazo máximo de cuatro años. Si la salida de Pyrenair ha dejado moribundo al aeropuerto oscense, otro tanto de lo mismo le ha sucedido al de Reus después de que Ryanair decidiese en octubre abandonarlo como base.
En febrero de 2012, apenas pasaron por él 496 pasajeros, un 97,8% menos que en 2011. La aerolínea irlandesa volverá a unir el aeropuerto con cuatro ciudades europeas a partir del próximo mes de marzo.
Los únicos aeropuertos de este grupo de nuevas o remozadas instalaciones que registraron crecimientos de pasajeros fueron Logroño (+103,6%) y Córdoba (+65,7). A pesar de ello, sus cifras totales fueron también más que discretas: 4.847 en el caso del primero y 963 para el segundo.
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