AENA renuncia a ampliar el aeropuerto de Tenerife Norte

El gestor aeroportuario público AENA ha decidido suspender sus polémicos planes para ampliar el aeropuerto de Los Rodeos. Domingo Berriel, consejero regional de Obras Públicas; Carlos Alonso, vicepresidente de Tenerife, y Fernando Clavijo, alcalde de La Laguna, han arrancado a los responsables de AENA, durante una reunión celebrada en la antigua terminal, el compromiso de desechar el borrador de plan director, presentado en julio a los responsables del Consistorio, para que sean las administraciones isleñas las encargadas de consensuar el futuro de Tenerife Norte.

Gobierno, Cabildo y Ayuntamiento habían acordado en las semanas previas a la reunión una exigencia común: que la mejora de la instalación no afecte a las fincas que la rodean, según informa La Opinión de Tenerife. Es exactamente lo que reivindicaban los 4.000 vecinos residentes en el área, que exigieron la defensa del carácter agrícola y ganadero de la zona y anunciaron movilizaciones si no se respetaban sus demandas.

Los representantes de AENA se han comprometido además a que el estudio sobre las necesidades futuras del sistema aeroportuario de la Isla considere las terminales del sur y del norte como una única instalación.  El organismo aeroportuario acepta las condiciones de los políticos isleños, pero les recuerda que Los Rodeos tendrá que pasar tarde o temprano por importantes mejoras y ganar terreno si quiere adaptarse a las nuevas exigencias de seguridad comunitarias que entrarán en vigor en los próximos años, principalmente la de trasladar la actual pista unos 70 metros hacia el sur para alejarla de la de rodadura unos 190 metros.

El Ministerio de Medio Ambiente dio luz verde en junio a la ampliación del aeropuerto Tenerife Norte sobre una superficie total de 81.281 metros cuadrados, pero esta fase solo afecta a la terminal, que duplicará sus plazas de aparcamientos hasta las 3.400, y no consumirá nuevo suelo. El problema principal radicaba en una fase de ampliación a largo plazo, recogida en el Plan Director, entre cuyas opciones se incluía incluso una segunda pista. Este proyecto, que no pasó de un borrador, ocupaba suelo dedicado a la agricultura y afectaba a las naves industriales que se sitúan frente a la autopista TF-5.