La subida de tasas de Aena, adelantada en exclusiva por preferente.com, se interpreta como uno de los ejes de lo que la ministra de Fomento llama “poner en valor” al gestor aeroportuario, antes de venderlo. Aena quiere demostrar su capacidad para ser rentable antes de ofrecerse al mercado.
Porque las directrices desde el Gobierno es que lo mejor para Aena es salir a Bolsa. La misión para Vargas no es otra que dejar la empresa pública lo más apetecible para los inversores. El día a día del gestor en cuestiones técnicas lo siguen llevando sus segundos, sin apariencia de que ello vaya a cambiar.
Vargas está concentrado en articular la petición de la ministra, en convertir en realidad aquello que va camino en convertirse en dogma de “poner en valor Aena”. Y el reto es hacerlo cuando desde el gestor reconocen claras “ineficiencias” con compleja solución.
Hablamos claramente de la cohorte de aeropuertos vacíos o semi vacíos, cerca de una cuarta parte de la red, sin olvidar que solo una quinta parte es rentable, y que los dos principales afrontan unas amortizaciones monstruosas, en medio de una demanda que decae al ritmo que quiebran aerolíneas y que las españolas están más y más asfixiadas, con el petróleo por las nubes.
Para arreglar el asunto de las terminales “peatonales”, la opción que sigue cobrando más fuerza es la de ‘empaquetarlas’ en lotes junto a otros más rentables, de forma por ejemplo de que quien tenga interés en Barcelona, tenga que transigir con Huesca o Lleida, por ejemplo.
Lo que Aena no puede permitirse en un momento como este es la caída de ingresos. La bajada de la demanda se va a compensar con idénticas alzas en sus tarifas. El sector aéreo reconoce que a corto plazo la medida puede ser positiva, pero claramente negativa a medio y largo plazo, hasta cuando previsiblemente se posponga la salida a los mercados del gestor, a tenor de las turbulencias que siguen siendo tónica en los parqués.
Claro que quieren vender, las comisiones deben ser millonarias. Lo mas curioso es que venden una vez les hemos pagado la reforma de Madrid, Barcelona, Alicante, Málaga.
Así que lo de siempre. Los españolitos pagamos la reforma a precio de oro. Se privatiza en el peor momento aludiendo perdidas. Un amiguete la compra. El amigue se forra y devuelve el favor al político. Si el amiguete tiene problemas, pues se le suavizan las condiciones para que pueda forrarse y asegurar la comisión. El españolito mira la tele y critica a los asalariados que ganan mas que el. critica todo lo que le diga la tele que tiene que criticar.
Cuando miro pueblos luchadores, con gente con lo que hay que tener, y veo que aun así les estafan sus propios políticos, me entra un pánico enorme por que va a ocurrir en España.