El aeropuerto de Castellón, que desde su inauguración en 2011 no ha tenido aún ningún vuelo, perdió 3’7 millones de euros en 2013. No obstante, ha reducido sus números rojos a la mitad respecto a los 7’5 millones del año anterior. En suma, las pérdidas de 2011 (8’4 millones), 2012 (7’5 millones) y 2013, alcanzan los 19’6 millones de euros.
La instalación estaba en causa de disolución a 31 de diciembre de 2013, con unos fondos propios de -42’9 millones (-39’2 millones en 2012) y un patrimonio neto de -34 millones, menos que la mitad del capital social. No obstante, la memoria abreviada de las cuentas del aeródromo publicadas este jueves por la Generalitat Valenciana señala que el préstamo del nuevo socio mayoritario evitó la disolución de la sociedad.
Las cuentas reveladas por la Conselleria de Hacienda y Administración Pública establecen que los gastos financieros de Aerocas han bajado de 2’3 a 1’7 millones, siendo 1’5 millones de deudas con empresas del grupo y asociadas. Los gastos de personal han bajado ligeramente, de 330.917 a 303.962 euros, al reducirse la plantilla en dos personas. Ahora el aeropuerto cuenta con tres mandos intermedios y dos administrativos.
En mayo de 2013 acabó el contrato del director general, que cobró 28.766 euros por el período y fue indemnizado con 14.117 euros a su salida. Los consejeros del aeropuerto no han percibido sueldos, dietas ni remuneración alguna, así como tampoco anticipos ni créditos, según el informe oficial, que también niega la concesión de obligaciones en pensiones o primas de seguros de vida a ningún miembro del Consejo o la alta dirección.
La firma canadiense SNC Lavalin se ha adjudicado la gestión y explotación de la infraestructura por 20 años. El contrato compromete a la compañía a poner en marcha los primeros vuelos este otoño.
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