La negociación del nuevo convenio colectivo de los controladores aéreos que trabajan en Aena se aproxima. Seguramente deberá abordarse en 2013 y, según Cinco Días, la mayor parte de los 2.400 profesionales afectados quiere que se adopte una postura crítica y se presione a la gestora pública ligada al Ministerio de Fomento.
Esta posición parece estar detrás del final apresurado del mandato de Camilo Cela al frente del sindicato que representa a este colectivo, USCA, quien dimitió este lunes de su cargo tras obtener el respaldo de apenas el 25% de los afiliados a su gestión en una votación realizada hace dos semanas.
Los controladores que no han dado su apoyo a la gestión de Cela opinan que el ya ex presidente y su equipo han sido demasiado “pactistas” respecto a la dirección de Aena. La relación entre la plantilla y la empresa está en una situación complicada desde hace un año y medio, cuando se abrió el proceso judicial por el caos aéreo de diciembre de 2010. Casi 400 controladores están imputados en la causa.
USCA ha convocado elecciones para elegir a su nueva cúpula. La jornada electoral se celebrará el próximo 27 de julio y el sindicato espera proclamar a su nuevo equipo gestor antes del 15 de agosto.
La situación no está tensa por el juicio, llevamos demasiados para que uno más marque la diferencia. La tensión se debe a que en 2010 se aprobaron en leyes, reales decretos, órdenes ministeriales... más de 20 normas que parecen dictadas por una mente pertubada.
En 2010 en España hubo más incidentes graves que en 2009 en toda Europa. En el preámbulo del laudo se dice que nadie civilizado obliga a sus controladores a hacer ni 1400 horas al año; pero aquí van a hacer más 1700 durante al menos tres años. Estamos al nivel de Albania, Angola... feliciten a los que lo han hecho posible.