Apple tampoco se libra de sufrir casos de smartphones explosivos como le ocurre a su rival Samsung con el Galaxy Note 7, prohibido en los vuelos en Estados Unidos y por varias aerolíneas, entre ellas, Iberia y Air Europa.
En esta ocasión fue un iPhone 6 el que durante un vuelo de Alaska Air entre Washington y Hawái comenzó a arder causando el pánico entre los 163 pasajeros que viajaban a bordo. El teléfono pertenecía a una estudiante de 19 años que ha contado el incidente en su cuenta de Twitter.
“De pronto había unas llamaradas de 20 centímetros brotando de mi teléfono. Se me cayó al suelo y se metió bajo el asiento de otro pasajero, las llamas eran cada vez más altas y la gente comenzó a levantarse", relata.
Copio lo que ya se comentó respecto al Galaxy y las baterias. No vamos a perder mas tiempo cuando sabemos que se venía avisando desde hace años y nada ha cambiado.
¿Pero se sabe ya que componente del teléfono es el que explota? Debe ser muy peligroso para que nada menos que la FAA los haya prohibido a bordo.
En fin. Dios quiera que no sean las materias de Ión-Litio porque cuando los pilotos avisaban de su peligrosidad no se hizo caso y de hecho todavía se transportan.
Pero no se porque me preocupo.Si no van a ser las baterias. Seguro.