El máximo responsable en España del fabricante Airbus, Fernando Alonso, ha reconocido este lunes los problemas para comercializar el avión de pasajeros A380 que “no convence a las aerolíneas”,lo cual ha motivado la reducción en la producción que inevitablemente afectará los puestos de trabajo de sus fábricas en España, publica Expansión.
Así, Alonso ha explicado que Airbus lleva varios años sin vender una sola unidad de la que es la aeronave comercial más grande del mundo, por lo que se el fabricante se ha visto obligado a llevar a cabo una serie de reajuste en dos de sus programas más potentes en las fábricas de Puerto Real (Cádiz), Tablada y San Pablo (ambas en Sevilla).
Estos reajustes traerán consigo un “sufrimiento en el empleo”, según Alonso, señalando que la multinacional buscará fórmulas para amortiguar el impacto como recolocaciones o compensaciones en la carga de trabajo, entre otras medidas.
El A380 fue concebido hace algo más de 10 años e introducido por primera vez por Singapore Airlines que este año retiró uno de su flota dejando en evidencia la falta de interés por otras aerolíneas para alquilarlo (Aparcan un Airbus A380 porque ninguna aerolínea lo quiere).
Bueno pues ya la propia airbus reconoce sus errores. Le ha costado.
Se le podria perdonar si no fuera porque ha abusado de prepotencia. Ahora solo se le puede recomendar una tisana de ajo y agua.
Pero no se puede dejar de poner la nota sobre los que todavia piensan que esa compañia puede desarrollar procedimientos para la operacion aerea comercial mejor que lo ha hecho una compañia con noventa años de experiencia.
O estan en un error o es que buscan una salida para explicar como con sus deficiencias se atreven a sustituir el trabajo que se ha venido haciendo durante esos noventa años
Una pena por los puestos de trabajo, igual deberian de seguir exprimiendo, osea mejorando, el a320 y sus variables. Es un avion muy bueno y sinembargo seguimos viendo como los 737 siguen imperando gracias en parte a sus mejoras y su precio.
A lo mejor es que airbus se ha volcado en experimentar en aviones que puedan competir contra sus propios pilotos y eso supone un costo y complejidad que boeing ha preferido invertir en adecuar sus aviones a lo que la industria necesita.