Axa introduce un seguro automático para retrasos aéreos

Todos viajamos, todos sufrimos retrasos, todos nos quejamos a las aerolíneas y todos nos desgastamos en conflictos que son farragosos e incómodos. Axa, la gran aseguradora francesa, lo sabe y por eso, creyendo que ahí hay negocio, acaba de lanzar Fizzy, un seguro automático para los retrasos en los vuelos, basado en los sistemas criptográficos, concretamente en Ether.

Axa, como usted o como yo, ha visto que este asunto va a más, que todo el mundo viaja, que los retrasos son cosa casi de cada día y que los clientes se las ven y se las desean para resarcirse. De forma que se ha puesto en marcha este seguro que es automático, que no emplea personas humanas. O muy pocas, sólo cuando hay incidencias.

El modelo es simple y tiene cosas en común con los servicios al uso en la red, que se basan en el uso de humanos, donde el pasajero introduce por Internet todos los datos de vuelo y fechas; el sitio comprueba los mismos y después sigue el vuelo a través de las webs disponibles, comprobando los detalles. Si hay quejas –sólo entonces– aparecen los abogados que cobran entre el 5 y el 30 por ciento de la indemnización del pasajero. Si no hay indemnización no cobran. Hay muchas empresas que ofrecen estos servicios de abogados y son fácilmente localizables en la red.

Pero el seguro Fizzy, de Axa, tiene muchas diferencias, lo que lo hace más interesante. El seguro de Axa, automático, indemniza automáticamente si el retraso es de más de dos horas, sea cual sea el motivo. Los datos provienen de la web FlightStats.

Cuando se contrata, el viajero sabe el precio del seguro y también sabe qué indemnización tendrá si hay retraso. Y el dinero se recibe automáticamente, sin hacer nada. Y aquí viene lo más innovador, el contrato con Fizzy se hace con Blockchain, un sistema de encriptado online que convierte el contrato en vinculante, no modificable, no alterable e inviolable.

Desde esta semana, este seguro sólo funciona para vuelos de largo recorrido sólo desde del aeropuerto Roissy, de París. En unos meses funcionará para el resto del mundo. Así, pues, llega la tecnología Blockchain, encriptado online hiperseguro, que permite este tipo de funcionamiento y que, probablemente, termine por imponerse.