A primeras horas del sábado en Europa, última hora de la tarde del viernes en Estados Unidos, los sistemas informáticos de fronteras empezaron a normalizar su servicio, con lo que paulatinamente las colas comenzaron a reducirse y los aviones volvieron a operar. Las consecuencias y los efectos se sentirán durante al menos todo el fin de semana. Unos cien mil viajeros se vieron afectados por la avería (Caos en Estados Unidos al caer todo el sistema informático de fronteras).
La recuperación de los servicios informáticos comenzó por la costa Este de Estados Unidos. La avería, según la US Customs and Border Protection (CBP), entidad responsable, no aparenta haber tenido origen ajeno a los servicios propios y no hay sospechas de hackeo.
Los funcionarios de la agencia explicaron que las bases de datos con los nombres y más elementos identificatorios de los viajeros han estado a salvo en todo momento. Durante las cinco o seis horas que duró lo peor de la avería, el registro de viajeros se hizo manualmente, de forma insuficiente para procesar las largas colas de pasajeros.
Los aeropuertos de Newark en Nueva Jersey y John Kennedy de Nueva York reforzaron las plantillas de forma urgente para acelerar el paso de los viajeros, pero incluso en ese caso se produjeron colas interminables.
Según la CBP, en un día promedio, se controla la entrada y salida de unos 358 mil viajeros. La avería pudo afectar casi media jornada con lo que el número de afectados supera probablemente las cien mil personas.
En 2017 ya ocurrió algo similar, de menores proporciones, y por entonces un informe reveló que la CBP “tiene unos sistemas informáticos y software inadecuados, que tienen potencial para generar alteraciones” en el servicio. El informe elaborado, que evidentemente no ha sido atendido, recordaba que la agencia tiene problemas en su informática para reiniciar el sistema y no se disponen de medidas para minimizar los efectos de un fallo”.
Pais de pandereta.