Controladores del Aeropuerto de Málaga denuncian la falta de personal

El personal de la torre de control y fuentes oficiales del aeropuerto de Málaga viven una situación contrapuesta ante la necesidad de abrir una pista en caso de emergencia. Las desavenencias se han destapado  a raíz de que un caza del ejército turco, que junto con otros siete F5 se dirigía a Málaga para participar en un festival aéreo, solicitase la pista para un aterrizaje de emergencia por falta de combustible.

La necesidad de mantener ambas pistas permanentemente operativas, ante el fuerte aumento del tráfico aéreo es algo irrebatible por parte de los controladores, hecho que niegan desde el aeropuerto. Casi todos los días de la semana están las pistas operativas, aunque sólo por las mañanas, cuando se concentra el grueso de las operaciones. Los controladores denuncian la situación y aseguran que la carga de trabajo sí aumenta.

Desde el Aeropuerto de Málaga alegan que mantener dos pistas abiertas no es necesario dado el nivel de demanda (no hay el suficiente volumen para abrir por las tardes, según explican desde Diario Sur). Aseguran que llegado al caso, la apertura se produce en cuestión de minutos.

Los controladores aéreos aseguran todo lo contrario, tras el incidente de este miércoles, en el que dos vuelos se desviaron a Granada y Sevilla por el aterrizaje de emergencia de un caza F5 que solicitó la pista.

Los trabajadores de la torre de control del Aeropuerto malagueño aseguran que es necesario operar con dos pistas y también por las tardes. Denuncian que si no se hace “es por falta de personal”. Según este colectivo harían falta “al menos diez especialistas más“ para poder abrir todo el día, ya que existen turnos de descanso obligatorios por ley. Además, advierten que las noches, hasta la una de la madrugada, están siendo “cada vez más fuertes en cuanto a carga de trabajo”.

Fue alrededor de las 19:30, hora en la que solo está operativa una pista, cuando se declaró en emergencia por combustible y solicitó aterrizar.

La operación se registró sin incidencias, aunque el paracaídas de frenado del avión se quedó durante unos minutos depositado sobre la pista, lo que obligó a abrir la segunda pista, que no estaba operativa en ese momento.

En ese momento había 15 aviones comerciales en espera para aterrizar, de los que dos se desviaron a Granada y Sevilla. Durante media hora se estuvo operando con los dos campos de vuelos, hasta que se determinó volver a la configuración única que había al principio de la tarde.