El comandante del 'Costa Concordia', el mayor crucero italiano, naufragado en el mar Tirreno frente a las costas de la isla de Giglio, Francesco Schettino, ha sido detenido, según confirmó este sábado el fiscal jefe de Grosseto, Francesco Verusio. La Fiscalía le acusa de homicidio involuntario, naufragio y abandono del barco.
188 españoles se encontraban en el crucero Costa Concordia que, con 4.200 ocupantes a bordo en total, encalló este viernes frente a una isla Toscana en un accidente que ha dejado al menos tres muertos, decenas de heridos y 40 desaparecidos.
El fiscal ha decidido precintar el barco y requisar las cajas negras que registran las conversaciones de la nave con la capitanía del puerto de Livorno, el más importante de la zona. Según éstas, el impacto se produjo a las 21.45 del viernes, pero las autoridades portuarias "no fueron advertidas de inmediato", en palabras del fiscal.
"El capitán se aproximó de forma muy torpe a la isla de Giglio, chocó con una roca que está encastrada en su flanco izquierdo, haciendo inclinarse [al navío] y entrar gran cantidad de agua en un espacio de dos, tres minutos", explicó Verusio a la prensa, según El Mundo.
De acuerdo con el diario La Repubblica, a los investigadores les consta que el comandante abandonó la nave hacia las 23:30. A esa hora, parte de los viajeros y de la tripulación todavía estaba esperando ser evacuada. Los últimos en abandonar el barco lo hicieron entre las 2:30 y 3:00.
El fiscal interrogó este sábado durante varias horas a Schettino, después de que en la noche del 13 de enero el barco, con 4.229 ocupantes a bordo, encallara a unos 500 metros de la isla toscana de Giglio, al chocar con unas rocas. Ciro Ambrosi, primer oficial del puente de mando, también está siendo investigado, aseguran los medios italianos.
"Hubo una peligrosa aproximación [a la costa] que probablemente causó el accidente, aunque será la investigación la que lo establezca totalmente", explicó a SkyTG24 el portavoz de los guardacostas. Luciano Nicastro.
El capitán, un napolitano de 52 años, explicó a la televisión Tgcom24 que había "golpeado una roca" que no figuraba en la carta náutica. "Mientras navegábamos a velocidad de crucero, chocamos con una roca. Según la carta náutica, tenía que haber habido suficiente agua debajo de nosotros", se defendió en antena.
"Sobre la base de las primeras evidencias, todavía preliminares, el Costa Concordia, bajo el mando del capitán Francesco Schettino, estaba navegando normalmente desde Civitavecchia (Roma) a Savona, cuando de repente el buque rozó una roca", ha explicado en un comunicado Gianni Onorato, presidente de Costa Crociere, armador del buque siniestrado.
"El capitán estaba en el puente de mando en ese momento, entendió la severidad de la situación e inmediatamente inició una maniobra destinada a garantizar la seguridad de pasajeros y tripulación y comenzaron los procedimientos de seguridad para prepararse para una eventual evacuación del barco. Desafortunadamente, esta operación fue complicada debido a una repentina inclinación de la nave, que hizo difícil el desembarque", asegura la nota.
El guardacostas Nicastro explicó por su parte que la maniobra de seguridad que efectuó el capitán tras el accidente (acercando al barco a la costa) facilitó el rescate, pues "permitió a miles de personas ser conducidas a la costa rápidamente y de un modo seguro".
Sin embargo, tras el suceso, numerosos pasajeros han denunciado la actuación del capitán (a quien acusan de haberles mentido, pues informó de que era un problema eléctrico) y la tripulación tras el incidente.
Según testigos, la orden de evacuación se dio dos horas después del accidente y no recibieron ninguna información. "La tripulación no tenía ni idea de cómo evacuar y el capitán nos mintió", dijo uno de los 188 españoles que iban a bordo.
El naufragio se ha cobrado hasta el momento tres víctimas -un peruano y dos franceses-, además 40 personas han resultado heridas (dos de ellas en estado grave) y otra cuarentena no ha sido localizada (inicialmente eran 70), según dijo el comandante Cosimo Nicastro, del Comando General de la Guardia Costera.
el capitan se merece CARCEL, yo nunca he ido de crucero pero despues de lo ocurido ya si que no viajo en barco en mi mi vida,prefiero el avion mil veces