Norwegian Cruise Line ha dado la vuelta a sus cuentas en el primer trimestre de 2012. Frente a unas pérdidas de 7’9 millones de euros sobre unos ingresos de 374 millones en 2011, la naviera con sede en Miami ha logrado cerrar el período enero-marzo de este año con un beneficio neto de 2’5 millones de euros y una facturación de 390 millones, un 4% más que un año atrás.
En cuanto a los ingresos operativos del primer trimestre, éstos se situaron en los 35 millones, lo que representa una subida del 24%. El EBITDA subió un 10’3%, hasta los 70’8 millones de euros, un incremento que la compañía atribuye al “mayor rendimiento de los ingresos a bordo”, especialmente “en todas aquellas operaciones relacionadas con las excursiones y el casino”. Así mismo, el Net Yield se alzó un 2’2% “como resultado del aumento del precio medio de los billetes en toda la flota”.
En paralelo, el coste neto del crucero aumentó un 0’6% aunque, si se le descuenta el efecto del combustible, hubiera descendido un 1’9%. Kevin Sheehan, presidente y consejero delegado de Norwegian Cruise Line, ha afirmado que “el crecimiento de los ingresos ha sido muy positivo, teniendo en cuenta el impacto que supuso renegociar el Norwegian Jade a finales de 2011 debido a los sucesos geopolíticos en Egipto y regiones circundantes”.
NCL tiene actualmente dos buques en construcción. El Norwegian Breakaway se inaugurará en abril de 2013 y el Norwegian Gateway se entregará en abril de 2014. Para la temporada 2012/2013, la compañía de cruceros prevé posicionar cuatro barcos en Europa, tres de ellos con salida desde Barcelona.
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