En 2010 la Unión Europea estableció que ninguna compañía de transporte de pasajeros puede negarse a proporcionar una reserva o un billete ni a embarcar a personas con discapacidad o movilidad reducida. Sin embargo, el Cermi (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad) ha constatado que la realidad es diferente cuando se trata de cruceros y compañías aéreas de bajo coste. Por ello, ha puesto la situación en conocimiento de las autoridades pertinentes a la espera de que se actúe en consecuencia, según informa ABC.
El Comité asegura que hay “hechos comprobados de trato discriminatorio” en las aerolíneas ‘low cost’ que operan en la Unión Europea. El Tribunal Correccional de París ha obligado recientemente a EasyJet a indemnizar con 5.000 euros a una pasajera paralítica a la que impidió volar por no ir acompañada. Para el Cermi, “si se comprueba que se infringen los derechos de estos pasajeros, la Unión Europea debería abrir expedientes y dictar sanciones”.
Por otra parte, el organismo que defiende los derechos de las personas con discapacidad ha presentado una queja ante la Oficina Especializada del Consejo Nacional de la Discapacidad. El motivo es la presunta indefensión y discriminación que padece este colectivo al que las navieras se han negado a vender billetes porque los buques no están preparados para atender a personas con capacidades reducidas.
Cermi critica que hay problemas de accesibilidad a los camarotes, las zonas comunes o para realizar excursiones. Además, algunas compañías de cruceros no admiten sillas motorizadas y tampoco facilitan el descenso a puerto de los usuarios de sillas de ruedas en las escalas. No solo eso, sino que varios operadores exigen a los pasajeros con discapacidad que presenten informes médicos y rellenen formularios específicos, así como les emplazan a cuidar de sí mismos y viajar acompañados.
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