Las firmas Boom Supersonic y Stratasys han firmado un acuerdo de colaboración técnica, por tres años, para acelerar el desarrollo de un avión supersónico con impresión 3D. El acuerdo busca transformar el futuro del transporte aéreo a gran velocidad y volver a dar cabida a los aviones supersónicos en la aviación comercial, tras el mítico Concorde.
La libertad de diseño, la velocidad de producción y la reducción de costes que ofrece la fabricación aditiva (en 3D) harán posible que Boom realice el primer vuelo de su avión supersónico de demostración XB-1 en 2018, aseguraron las compañías en un comunicado.
Boom utiliza las impresoras 3D Fortus 450mc y F370 con tecnología FDM de Stratasys, ambas diseñadas para fabricar piezas personalizadas a partir de termoplásticos de producción, y también herramientas de fabricación avanzadas capaces de resistir los entornos más difíciles del sector de la aviación.
La aeronave volará 2,6 veces más rápido que cualquier otro avión del mercado actual. Con una velocidad de crucero de 2.330 kilómetros por hora, estos aparatos podrían reducir el tiempo habitual de vuelo entre Nueva York y Londres de siete horas a tan sólo tres (Diseñan un nuevo Concorde que cubriría la ruta Londres-Nueva York en 3 horas). "Los vuelos supersónicos existen desde hace más de 50 años, pero lo que no existe es la tecnología necesaria para que resulten rentables en la aviación comercial", afirma el fundador y director ejecutivo de Boom, Blake Scholl.
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