Los cruceros también están sufriendo de lleno la crisis del coronavirus. Sus pasajeros no son bienvenidos en los países que han aplicado medidas de confinamiento, que son la mayoría, y los buques no encuentran puerto donde poder recalar durante unos días o incluso unas horas.
Este el caso del crucero Costa Deliziosa que partió el día 11 desde Barcelona para dar la vuelta al mundo. Con más de 200 españoles a bordo, el crucero deambula sin rumbo por el Índico con 1.800 a bordo, en una zona entre Australia y Madagascar, según informa El País. La vuelta al mundo debe acabar el 26 de abril en Venecia, pero a los pasajeros les da pánico recalar en Italia.
De hecho, señala el mismo medio, los pasajeros se están movilizando para buscar alternativas ante la posibilidad más que real de estar un mes en alta mar, sin tocar puerto, hasta llegar a Venecia. “Le hemos enviado una carta al capitán para que valore emplear el tiempo que nos queda en hacer puerto en España y Francia en vez de estar dando vueltas por el océano”, ha relatado un pasajero español.
Pues si ninguno tiene síntomas y si tienen provisiones yo me quedaría en alta mar hasta que esto pase...
Que majo....teniendo en cuenta que el.crucero cuesta mas de 20.000 euros por persona...
Los pasajeros van a estar embarcados en este crucero mas tiempo que Cristobal Colon en las carabelas.
.¡Qué mala suerte para los viajeros del COSTA DELIZIOSA...! Pensar que querían hacer el viaje de su vida, ya mayores de los setenta años y pagando medio millón por persona.La vida nunca es justa, nos atrapa con las desgracias y se ceba cuando nos ve ya maduros.Es cuando uno se pregunta si la oración sirve de algo.En mi caso, desde el terremoto de 2017, estoy desalojado de mi edificio de la ciudad de México y la reconstrucción nunca termina.Tuve que irme a provincia y ya se van a cumplir tres años del desastre.Ánimo, mis pasajeros del Costa Deliziosa, yo también gustaba de viajar.Imagino que dar la vuelta al mundo es increíble.Saludos y suerte.
Vaya mala pata!!!
Ojo, porque con la pandemia extendiéndose por todo el mundo creo que los cruceros van a ser de los más afectados por la aglomeracion de gente dentro de las instalaciones del barco.
Esto es como un pesadilla, que parece no tener fin, y en la que todos nos estamos viendo afectados.
El turismo va a tardar muchos años en levantar cabeza, y muy probablemente dejará de ser turismo de masas. La gente va a desconfiar de todo, el miedo va a estar presente y igual no volveremos a ver aglomeraciones antes los monumentos, museos ect ect más importantes de una ciudad!!!