El endurecimiento de prejubilaciones facilitará negociar el ERE en Iberia

La suspensión del endurecimiento de la jubilación anticipada y de la parcial, publicada en el BOE el 31 de diciembre, facilitará la negociación de los ajustes laborales más importantes para grandes empresas privadas, como Iberia, Bankia o el Banco Santander, e incluso para las públicas, según adelanta este miércoles el diario El Mundo. En consonancia con el retraso progresivo de la edad legal de jubilación de 65 a 67 años, el Gobierno había anunciado que las jubilaciones anticipadas causadas por despidos forzosos se iban a retrasar de los 61 a los 63 años, mientras que las voluntarias pasarían de los 63 a los 65 años.

"El Ejecutivo justifica la suspensión de la reforma en que se necesita tiempo para consensuarlas con los otros partidos en el Pacto de Toledo, y en que se puede producir un problema de «inseguridad jurídica», porque en pocos meses se sucederían hasta tres regulaciones, la hoy vigente, la reforma entrante y una posible modificación posterior", recoge el citado medio. "El Ejecutivo espera recabar más apoyos políticos a esta reforma, pero reconoce que si no encuentran espíritu de negociación podrían poner en marcha la reforma de la jubilación anticipada en un mes, lo que coincidiría con el plazo para acordar el plan de ajuste de Iberia", añade.

El Ministerio de Fomento había logrado desatascar el pasado 17 de diciembre el conflicto que enfrentaba a los trabajadores con la dirección de Iberia. Tras la intervención de Ana Pastor, la aerolínea suavizó su plan de 4.500 despidos al abrirse a que cerca de 3.000 se pudieran tramitar mediante prejubilaciones y bajas incentivadas. "La moratoria que ha adoptado días después el Gobierno facilitaría de manera decisiva una negociación que tiene que estar terminada antes del 31 de enero", agrega El Mundo.

Además, el pasado lunes se cumplió el plazo de adhesión al plan de bajas incentivadas en Aena. Este procedimiento se vio envuelto de una enorme polémica después de que revelarse que recogía prejubilaciones con 55 años. Finalmente, la dirección pactó con los sindicatos bajas incentivadas para los trabajadores más mayores que no lograran un nuevo puesto de trabajo en los seis meses siguientes. Aena animó por escrito a sus empleados a que se acogieran al ERE ante la perspectiva de que las condiciones de despido pudieran empeorar más adelante.