El Gobierno en funciones de Pedro Passos Coelho, cesado por una moción de censura, ha cerrado la privatización de TAP, en contra de los tres partidos de la izquierda lusa. El acuerdo supone la inyección de 150 millones de euros en la aerolínea, ya que se encuentra en graves problemas económicos.
La compañía TAP se encuentra en una situación financiera y operacional complicada. Cuenta con una flota envejecida, una deuda de casi 2.000 millones de euros y unos activos negativos superiores a 500 millones, según recoge El País.
La alternativa de una inyección de capital público, solo es posible con autorización de Bruselas, que exigiría en contrapartida una fuerte reestructuración de la empresa, lo que dejaría en la calle a miles de sus 13.000 empleados.
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