El tren nocturno renace como alternativa al avión

Hace unas décadas, todas las noches las vías férreas europeas estaban atestadas de trenes con pasajeros durmiendo, que recorrían grandes distancias. Hace veinte años este negocio, con la competencia de las aerolíneas low-cost, prácticamente se murió. Obstinadamente, sólo quedó un gran operador, los ferrocarriles austríacos, que no sólo ofrecen trenes nocturnos en su país, sino que se han expandido por Alemania, Suiza e Italia. 

Pero ha llegado la 'vergüenza de volar' y Greta Thunberg, de forma que ahora hay un resurgir del negocio. Este domingo 19, sin ir más lejos, se estrenó el servicio nocturno entre Viena y Bruselas, siempre de la mano de ÖBB, los ferrocarriles austríacos.

En 2016, cuando ya casi no quedó nadie en Europa operando estos trenes, los ferrocarriles de Austria, de propiedad pública, decidieron mantener estos servicios, pensando que podría haber un renacimiento. Nadie les siguió porque entonces el negocio no tenía buenas expectativas. En todo caso, los austríacos tenían un modelo con unos costes muy competitivos.

Pero ahora, con el tema del cambio climático, el número de viajeros ha aumentado un 10 por ciento respecto del año pasado. No es para echar cohetes, pero cuando una empresa ha hecho una apuesta en un sentido que nadie esperaba, resulta estimulante. “Nosotros –dice un portavoz de los ferrocarriles de Austria-- cuando hablamos con la gente recibimos buenos comentarios y vemos que la gente se preocupa de si viaja en tren o en avión, cosa que no sucedía antes”. “La gente –añade-- busca alternativas cuando las hay.” Y el tren nocturno es una alternativa.

En Suecia también están mirando para resucitar los desaparecidos trenes nocturnos, pero aún no se ha iniciado el servicio. Malmo a Colonia está previsto como uno de los lanzamientos.