Empieza el 53 Salón Internacional de la Aviación, en Le Bourget, París, el evento más importante del mundo, donde se suele tomar el pulso del sector. En 2017 (se celebra cada dos años) atrajo a 2.381 participantes de 81 países que vendieron más de 150 mil millones de dólares en productos, entre ellos 897 órdenes por 934 aviones. Entonces, la estrella fue el Boeing 737 Max 10. Con diferencia, hace dos años el primer vendedor fue Boeing, con 766 operaciones seguido de Airbus con 331.
No se espera que este año suceda lo mismo. Para empezar, Boeing viene a Europa con una muestra mínima de su gama. No trae ninguna unidad de su 777 ni, tampoco, de su 737. Sí tendrá dos 787 Dreamliner y se va a volcar en su nueva marca, Brasil Boeing Comercial, que así se llamará desde ahora lo que antes era Embraer.
En cambio, Airbus trae 14 aviones, el A321neo, el 350-1000, un A380, y otros menos importantes. Hay que recordar que Airbus celebra su 50 aniversario y quiere también hacer énfasis en su nueva línea A220, que son los antiguos aviones de Bombardier. Se espera el anuncio oficial del lanzamiento del A321XLR, para estar en operación en cinco años. Este anuncio provocará una enorme presión en Boeing y en su proyecto NMA, que es como se denomina oficialmente al B797.
Es interesante ver el primer salón de aviación sin Bombardier. El grupo canadiense aún mantiene la fabricación del CRJ900, que estará presente y del que podría desprenderse en breve. Se habla de que Mitsubishi podría ser el comprador de esta línea de negocio de Bombardier. Antes había vendido su negocio del Q400 a una empresa canadiense y, por supuesto, los CS a Airbus. Mitsubishi acepta en un comunicado que está negociando, pero que no ha toma decisión alguna.
Mitsubishi presentará en París su MRJ90, uno de los aviones de tamaño pequeño que no fabrican los grandes y que irrumpirán pronto en el mercado. Ahora el avión se llamará Space Jet y se comercializará desde 2023.
La rachita de boing, con los problemas del 787 y 737 max y ahora el tema del NG