Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha (FEVE) concluirá su proceso de integración en Renfe-Operaciones y Adif el próximo 31 de diciembre, dividiendo sus bienes, derechos y obligaciones entre ambas entidades en función de que se hallen adscritos a la infraestructura o a la operación de servicios y actividad ferroviaria.
Así lo asegura el Gobierno en una respuesta escrita al diputado de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) Gaspar Llamazares que recoge Europa Press. Según el Ejecutivo, esta operación busca "sanear el déficit de la empresa" mediante la reducción de sus gastos operativos y "racionalizar su funcionamiento" buscando "sinergias operativas".
La operación no tiene por qué suponer, al menos en principio, ninguna afección para la plantilla, que se repartirá entre los dos entes públicos de acuerdo al mismo criterio de infraestructuras y servicios. Sin embargo, el Gobierno no ha analizado aún las consecuencias que esta integración podrían tener para las tarifas de los billetes.
No habrá transferencia a las comunidades autónomas
En cualquier caso, el Gobierno asegura que "el proceso de negociación para la segregación de FEVE incluirá a los representantes de los trabajadores afectados, así como a las administraciones e instituciones que tengan competencia en la materia".
Sin embargo, "no está prevista la transferencia" de este servicio a las comunidades autónomas, dado que las líneas FEVE circulan por seis regiones y forman parte de la Red Ferroviaria de Interés General que, según la Constitución, es competencia estatal.
Cuando concluya la integración, el Ejecutivo asegura que se habrá ajustado el modelo ferroviario a las directivas europeas que "establecen la necesidad de segregar la administración de la red de la explotación de los servicios", garantizando con ello la continuidad y mejora del servicio.
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