Madrid. 26/04/06.- Iberia ha cerrado este martes su acuerdo con el grupo Cobra, controlado por la constructora ACS que preside Florentino Pérez; Nefinsa, sociedad inversora de la familia valenciana Serratosa, que ya son socios de Iberia desde Air Nostrum; y la división de hoteles del grupo Iberostar, de Miguel Fluxá; y el fondo de capital riesgo Quercus, propiedad de la catalana Agrolimen, que explota la marca Gallina Blanca y está controlado por la familia Carulla. Para cubrir uno de los principales objetivos de Iberia, que era no tener la mayoría de la nueva empresa, por el momento llamada Catair pero a la que pronto se dará un nombre comercial, los cinco socios se reservan un 20 por ciento de capital cada uno. Sin embargo, Iberia aporta 24 millones, frente a los 26 que se reparten el resto de socios. Por ello, la aerolínea que preside Fernando Conte ha acordado que recibirá el 80 por ciento de los dividendos futuros. La sede estará en Barcelona y las operaciones comenzarán en octubre con rutas punto a punto, sobre todo entre Barcelona y ciudades europeas, aunque no se descarta que pueda operar líneas que deje Iberia y aporten a su tráfico de red. Dispondrá de una flota integrada por cinco aviones a finales de año y prevé llegar a 30 en 2008. Previsiblemente se trate en su mayor parte de A-320 que se adquirirán en el mercado. La intención de Iberia es que este grupo se gestione de forma independiente, si bien tiene abierta la posibilidad de buscar acuerdos de todo tipo con la nueva empresa, de código compartido, programas de fidelización, mantenimiento, flota y asistencia en tierra.
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