El presidente de Adif, Gonzalo Ferré, ha sido imputado junto a otros 21 altos cargos de esta empresa entre los que se encuentran sus dos antecesores en el cargo, Enrique Verdaguer Puig y Antonio González Marín, por el accidente de tren de Santiago en el que murieron 78 personas.
En su escrito, el juez atribuye a los imputados una "grave falta de diligencia" en las actuaciones preventivas y correctivas “que les eran legalmente exigibles y que a la postre ha contribuido al fatal desenlace del pasado día 24 de julio”.
“Han permitido que en un tramo muy delicado para la circulación de una línea de Alta Velocidad y, en consecuencia, para la vida e integridad de los usuarios, se sustituyese un sistema (ERTMS) que, además de apoyar en la conducción al maquinista, da una respuesta ante el error humano (frenado automático si se supera la velocidad permitida), por otro que si bien está homologado se presenta, sin necesidad de especiales conocimientos, inválido, en ese tramo donde se produjo el descarrilamiento”, indica el juez en su resolución
Se cobra por la responsabilidad. Eso dicen.
Pues ahora toca responder